Influencia religiosa en política aumenta en América Latina y Caribe

Washington, 29 Feb.- La mayoría de los países de Latino-américa y el Caribe registraron limitados avances en gobernabilidad, al tiempo que aumentó la influencia religiosa en la política, según indicadores que presentó la Fundación Bertelsmann.

Los modelos democráticos y las economías de mercado están bajo asedio a nivel mundial, según el análisis de la fundación sobre la situación de 129 naciones en desarrollo y transición.

De acuerdo al Índice de Transformación Bertelsmann Stiftung, muchos gobiernos imponen severas restricciones a derechos políticos y civiles como medios para consolidar su poder, aun en democracias estables, pero son incapaces de desactivar conflictos sociales y políticos.

De las 129 naciones analizadas, sólo seis registraron avances hacia una “muy buena gobernabilidad”, según 17 criterios analizados por 250 expertos: Costa de Marfil, Guinea, Madagascar, Malí, Myanmar y Túnez.

Diez se han mantenido como los de mayor avance en esta transformación, la mayoría de ellos exrepúblicas soviéticas en Europa Oriental, y dos naciones latinoamericanas: Uruguay y Chile.

En contraste, los mayores deterioros ocurrieron en naciones del Oriente Medio y el Norte de África como Chad, Marruecos y Arabia Saudita, y figuraron algunas latinoamericanas como Haití, Venezuela y Cuba.

El indicador destacó que durante la pasada década, la intensidad de los conflictos religiosos, étnicos y sociales se ha incrementado en más de medio punto en una escala del 1 al 10, y que casi la mitad de los países analizados han hecho un pobre manejo de estos conflictos.

Aunque organizaciones extremistas están empujando estos conflictos, el reporte hizo notar que no todos los conflictos con motivaciones religiosas son exclusivos de países árabes o sociedad mayoritariamente musulmana.

Sin embargo, consideró que la creciente influencia religiosa en instituciones políticas registrada en los pasados diez años, constituye “uno de los desarrollos más negativos” en todos los criterios abordados para esta valoración.

El mismo determinó como “defectuosas” la mitad de las democracias analizadas y clasificadas, y de éstas, una quinta parte fueron colocadas en la columna de “altamente deficientes”.

Hizo notar la creciente tendencia en estos gobiernos a imponer restricciones a derechos como la libertad de asociación, mientras que en casi todos los gobiernos del este y sur de Europa la libertad de expresión y de prensa “está sujeta a mayores restricciones que diez años atrás”.

Aart de Geus, presidente Ejecutivo de la Fundación Bertelsmann, hizo notar los retrocesos registrados en el norte de África, el Oriente Medio y Europa del Este, al hacer que el vecindario de Europa sea ahora más conflictivo, más inestable y más autoritario.

Advirtió que estas tendencias alimentan el populismo y son caldo de cultivo para posturas radicales, por lo que “Europa debe hacer más para generar nuevas formas de un diálogo constructivo”. (Notimex)

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