Ciudad del Vaticano (AFP) – El papa Francisco considera que “un puente se está reconstruyendo entre Cuba y Estados Unidos”, aseguró al hacer un balance público este miércoles de su viaje a esos dos países.
De Cuba “pasé a Estados Unidos de América, un paso que ha sido emblemático, gracias a Dios un puente se está reconstruyendo“, reconoció ante los cientos de fieles congregados en la plaza de San Pedro para la tradicional audiencia de los miércoles.
El papa agradeció la acogida que tuvo en ambos países durante su viaje de ocho días del que regresó el lunes.
“Llegué a Cuba como ‘Misionero de la Misericordia’, y allí he experimentado la esperanza y la unidad de un pueblo que más allá de toda división y bajo la maternal mirada de la Virgen del Cobre, toma fuerza de sus raíces cristianas y afronta el futuro con un espíritu de servicio y responsabilidad“, dijo.
“He podido compartir con el pueblo cubano la esperanza de ver cumplirse la profecía de san Juan Pablo II: que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba. No más cierres, no más explotación de la pobreza, sino libertad en la dignidad“, exhortó.
“Este es el camino que hace vibrar el corazón de tantos jóvenes cubanos: no una vía de evasión, de ganancias fáciles, sino de responsabilidad, de servicio al prójimo, de cuidado de la fragilidad. Un camino que trae fuerza de las raíces cristianas de aquel pueblo que ha sufrido tanto”, agregó.
Al hablar de su visita a Estados Unidos, el papa argentino recalcó el “gran patrimonio espiritual y ético” de ese país, basado en “el principio de que todos los hombres son iguales y dotados de derechos inalienables como la vida y la libertad”, dijo.
“Estos principios son universales y encuentran en el Evangelio su máximo cumplimiento“, comentó.
El jefe de la Iglesia católica recordó su discurso en la Sede de las Naciones Unidas donde “he querido renovar el apoyo de la Iglesia católica a esa institución en la promoción de la paz, recordando también la importancia de frenar y prevenir toda clase de violencia contra las minorías étnicas y religiosas y contra la población civil”, aseguró.
Al referirse al Encuentro de las Familias, en Filadelfia, última etapa de su gira papal, Francisco reiteró la posición de la iglesia ante las transformaciones que vive la familia moderna.
“La alianza entre el hombre y la mujer es la respuesta a los desafíos del mundo actual, siendo a su vez modelo de la gestión sostenible de la creación“, explicó.
“Mirando bien, no es una casualidad que el Encuentro Mundial de las Familias se haya llevado a cabo en este momento en los Estados Unidos de América, es decir el país que en el siglo pasado ha alcanzado el máximo desarrollo económico y tecnológico sin renegar sus raíces religiosas. Ahora estas raíces piden: volver a partir de la familia para repensar y cambiar el modelo de desarrollo, para el bien de la entera familia humana”, concluyó.
El domingo se inaugura el segundo Sínodo de Obispos en que participan unos 400 obispos y cardenales de todo el mundo para debatir sobre los retos de la familia católica moderna.
La segunda ronda de reuniones, después de la celebrada en octubre del año pasado, aborda una serie de temas que dividen a los católicos, entre ellos la comunión para los divorciados que se vuelven a casar y la actitud hacia los homosexuales.