Nueva York, 30 Dic.- En poco más de tres años, docenas de renombrados artistas de todo el mundo han transformado lo que fuera uno de los más barrios más peligrosos y pobres de Nueva York en uno de los principales centros internacionales del grafiti y del arte callejero.
Repleto de murales, que van desde las clásicas letras que distinguen a los artistas del grafiti hasta obras de corte realista con asombrosos detalles, el barrio de Bushwick, en el condado de Brooklyn, es ahora un extenso museo al aire libre con enorme atractivo turístico.
La iniciativa artística contribuyó a transformar por completo un barrio azotado por la epidemia del crack de la década de 1980, repleto de fábricas y de bodegas, para crear una de las zonas de más acelerado desarrollo en la ciudad.
El cambio lo inició un nativo de Bushwick, Joseph Ficalora, que decidió renovar el temible barrio que lo vio crecer y en cuyas calles su padre fuera asesinado por unos ladrones que lo despojaron de unos dólares y de una cadena dorada de escaso valor.
En 2012, tras pintar un muro de la fábrica productora de acero que heredara de su padre, y de que en cuestión de horas esta fuera vandalizada con grafiti, Ficalora decidió que la manera de contrarrestar esta clase de actos era con más grafiti, aunque ahora realizado de manera concertada.
Así, Ficalora se ha convertido en el “curador” de Bushwick, invitando a artistas de todo el mundo a pintar en los numerosos muros disponibles en las fábricas y bodegas del barrio, y arreglando los permisos de las autoridades para que las obras puedan ser ejecutadas y mantenidas.
En tan sólo tres años, el barrio pasó de ser un enorme lienzo para el grafiti desordenado e ilegal a un paraíso para artistas callejeros cuyo máximo anhelo había sido participar en obras urbanas de Nueva York.
En consecuencia, el barrio ahora enfrenta una acelerada ola de “gentrificación”, con nuevos edificios de departamentos, cafés, restaurantes, tiendas de ropa, comercios de productos orgánicos y galerías de arte, lo que ha disparado las rentas y los precios de las viviendas.
El centro del arte callejero del barrio ha sido el local del “Colectivo Bushwick”, que coordina las participaciones artísticas, y que está alojado en el edificio del negocio de Ficalora.
Las superficies disponibles son muros, aunque también lo son vehículos abandonados e incluso cables de luz, donde artistas como Skewville han renovado la tradición de colgar zapatos deportivos, o sus representaciones.
Algunos de los artistas más sobresalientes del inmenso museo que es Bushwick son: Buff Monster, Beau Stanton, Billy Mode & Chris Stain, Cost, Revs, Enx, Mast, Never, Nekst, 4 Burners, Sticks, Icy & Sot, Prvt, Nychos, Smithe, Zimad, Gaia, Hellbent, Pixel Pancho, Alice Pasquini y Hansky. (Notimex)