De acuerdo con las autoridades meteorológicas, la tormenta registra vientos de hasta 300 kilómetros por hora y tardará varias horas en pasar por cada lugar.
Los residentes se han amontonado en refugios improvisados o se han refugiado en los baños de sus viviendas con colchones y frazadas.
Queensland, el estado australiano golpeado por el ciclón, viene de sufrir meses de inundaciones que dejaron 35 muertos y cientos de poblaciones bajo el agua.
Yasi tocó tierra al norte de la zona más afectada, pero los servicios de emergencia en el estado prácticamente no dan abasto.
La Oficina de Meteorología dijo en un comunicado que el “centro enorme y destructivo” del ciclón tocó tierra cerca de la población de Mission Beach, Queensland. Otras localidades como Innisfail, Cardwell y sobre todo Tully, donde cerca del 90 por ciento de las construcciones resultaron dañadas, también han sufrido el embate de la enorme tormenta.
Testigos hablaron de techos arrancados de sus edificios y árboles derribados y las autoridades dijeron que al menos 90.000 hogares carecían de electricidad.
Las autoridades emitieron drásticas advertencias sobre los catastróficos efectos potenciales del ciclón en las ciudades y aldeas en una franja costera de más de 300 kilómetros en el norte del estado de Queensland, considerada la puerta a la Gran Barrera de Coral australiana.
De acuerdo con las autoridades, el ciclón se dirige ahora hacia Georgetown y Charters Towers, en la región interior de Australia, menos poblada que la costera.
“Este ciclón lleva una gran ferocidad e intensidad”, dijo la primera ministra Julia Gillard en una conferencia de prensa televisada. “La gente encara horas verdaderamente terribles”.
El alcalde de Innisfail, Bill Shannon, contó que vio cómo quedaba destrozado el tejado de un edificio cercano a la municipalidad, donde estaban refugiadas unas 500 personas.
“Esperamos y rezamos que todos podamos sobrevivir la noche”, agregó Shannon.