México y Cuba unidos por la cultura maya

Por Mayra Pardillo *

México (PL) El IV Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2015, celebrado en Mérida, capital del estado de Yucatán, México, permitió estrechar los lazos de amistad que unen a este país y a Cuba.

En particular con esta zona que se identifica de cierto modo con la cultura, costumbres y arquitectura de la isla caribeña.

Las calles y varias de las emblemáticas edificaciones de Mérida se asemejan a las que se alzan en las villas más antiguas de Cuba, aquellas que fueran conquistadas por los españoles y fundadas hace ya 500 años.

Cuba, la mayor de las Antillas, trajo al extremo sur de México ritmo, colorido y experiencia con la delegación más numerosa, al arribar con más de 300 artistas y académicos.

Por 10 días Mérida hizo vibrar a muchos y descollar a la ancestral cultura de los mayas, más allá de hechos trascendentales como la creación del número cero o sus avances astronómicos, al dar por sentado que es una cultura y lengua viva que sus herederos conservan con celo.

Bajo un amplio abanico de ofertas académicas, de teatro, música, cine y danza se desarrolló el evento en diversas sedes de Yucatán, entre ellas los hermosos teatros que abrieron sus puertas a la cultura foránea y local.

Vale pues la siguiente imagen: “Cuba es el país invitado y llena de fiesta, de colores, magia, bailes, energía, vigor, tambores y caderas, a este festival que acoge Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán”.

Así lo afirmó Jorge Esma Bazán, presidente ejecutivo del encuentro efectuado del 16 al 25 de octubre, en un ambiente regido por el majestuoso Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, que albergó múltiples actividades, en particular las académicas.

En la figura de Miguel Barnet, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, el verde caimán fue homenajeado en el Día de la Cultura de la isla, que se celebra cada 20 de octubre.

El escritor, poeta y etnólogo fue investido con el título honorífico de Doctor Honoris Causa que le confirió la Universidad de Oriente (UNO), de la ciudad de Valladolid, en Yucatán.

La compañía infantil La Colmenita entregó dos funciones a un público que colmó el teatro Daniel Ayala, como también lo hizo en otros sitios ante la presencia de la Orquesta Aragón, Pablo Milanés, Vocal Sampling, Septeto Santiaguero, Beatriz Márquez y Los Van Van, entre otros representantes cubanos.

Cuba y Quintana Roo fueron el país y el estado mexicano, respectivamente, Invitados de Honor a este encuentro internacional, considerado entre los tres más importantes que se realizan en esta nación.

El tema del FICMaya 2015 fue La ciencia en el tiempo, el paisaje y la arquitectura del Mayab, con énfasis en el campo científico en el cual se distinguieron los mayas.

Pero no solo Cuba y Quintana Roo hicieron lucir este encuentro, ya que asistieron artistas de otros países y se unió el Festival Internacional Cervantino, que se desarrolló de manera paralela en el estado de Guanajuato.

Varias fueron las personalidades reconocidas y una de ellas fue el compositor y cantante yucateco Armando Manzanero, a quien se le otorgó la Medalla de Oro.

DIOS DEL MAÍZ Y LENGUA MAYA

En uno de los disímiles talleres prevaleció el tema del maíz, alimento básico en estas culturas prehispánicas y que mantiene su arraigo en las poblaciones actuales.

Como una costumbre que imperó en varios momentos del festival, antes de iniciar una de las conferencias, María Guadalupe Aké Cetina tuvo a su cargo las palabras de recibimiento en lengua maya.

El doctor Enrique Florescano impartió la conferencia ¿Cómo se hace un dios?, en la que se refirió al Dios del Maíz y al Dios del Viento.

Explicó, por ejemplo, que en un hacha ceremonial olmeca aparece una representación del Dios del maíz y en la parte superior le sobresale una mazorca.

Así aparece en imágenes en diapositivas la escultura de este dios, que brota del interior de la tierra, formado de mazorcas.

Muerte y resurrección son los dos ejes del ciclo del maíz, dijo Florescano.

Cayó el telón del festival, pero se reafirmó el respeto y cariño de los yucatecos hacia Cuba y viceversa, porque como diría Barnet: “Mérida es una ciudad que tiene sangre cubana como La Habana tiene sangre yucateca, desde la época de las guerras de independencia”.

Retumba aún en los oídos la bienvenida en lengua maya de la joven María Minelia Yah Interián, ataviada con un colorido traje tradicional y adorno floral en la cabeza, cuando dijo: “Bienvenidos a la estrella de Yucatán, al alma y la esencia más pura del pueblo maya”.

La propuesta del arqueólogo Alfredo Barrera -homenajeado con la medalla Yuri Knorosov-, de que en el próximo festival y eventos futuros los especialistas impartan sus conferencias en lengua maya fue acogida con beneplácito.

El estado de Yucatán mantiene vínculos históricos con Cuba, son dos regiones hermanadas por el mar Caribe y por tradiciones culturales.

Desde hace más de 100 años México y Cuba sostienen relaciones diplomáticas ininterrumpidas, las cuales se fortalecieron en este festival.

Atrás quedaron los rituales y ceremonias de sacerdotes mayas que iluminaron con sus peticiones el feliz desarrollo del encuentro, las ancestrales enseñanzas que fueron analizadas en los coloquios y talleres y el colorido de trajes, bailes y ritmos que inundaron Mérida.

 

 

*Corresponsal de Prensa Latina en México.

LEAVE A REPLY