Bagdad, 12 Ene.- El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, consideró hoy que la jornada de ataques lanzada la víspera por el Estado Islámico (EI) en esta capital y otras ciudades cercanas muestran de la desesperación del grupo extremista por su reciente derrota en Ramadi.
Durante un recorrido por la oriental región de Nueva Bagdad, donde un comando del Estado Islámico irrumpió la víspera en un centro comercial y tomó a decenas de personas como rehenes, Al Abadi condenó el asalto armado y prometió continuar la lucha contra los yihadistas.
“El ataque fue un ‘intento desesperado’ de los militantes después de haber perdido el control de la ciudad occidental de Ramadi”, subrayó el jefe de gobierno iraquí respecto al asalto armado de ayer en el centro comercial El Jawaher, ubicado en el barrio de Jadida, este de Bagdad.
Al menos 18 personas murieron y 50 más resultaron heridas durante una asalto armado a un centro comercial, perpetrado por un grupo de hombres armados, que irrumpió en el lugar, disparando fusiles y armas automáticas, luego de detonar un coche bomba fuera.
El grupo extremista radical, que controla amplías zonas de Irak y el vecino Siria, se responsabilizó del ataque armado contra el centro comercial y de la detonación del coche bomba, que estaba dirigido contra la comunidad chiita, mayoritaria en Irak.
El primer ministro iraquí afirmó que su gobierno no escatimará esfuerzos para expulsar a los yihadistas, no sólo de toda la provincia de Anbar, cuya capital es la ciudad de Ramadi, que fue recientemente arrebata al EI, sino de todo el país.
Al Abadi también expresó su condena a otros atentados explosivos perpetrados la víspera por el grupo yihadista en otras ciudades de la provincia de Diyala, al norte de Bagdad, contra las fuerzas de seguridad, que dejaron 24 muertos y 52 lesionados.
Los ataques contra la comunidad chiita en Bagdad y Diyala provocaron que una turba enfurecida atacara varias mezquitas sunnitas de Diyala durante la noche del lunes y esta madrugada, provocando la muerte de al menos cuatro personas, entre ellos un imán.
El grupo extremista radical, que controla amplías zonas de Irak y el vecino Siria a menudo se dirige ataques con bombas en mercados, plazas y otros sitios concurridos, en venganza a la ofensiva militar lanzada en su contra.
El mes pasado, el EI, que mantiene en su poder gran parte del norte y el oeste de Irak, sufrió una gran derrota frente a las fuerzas iraquíes, que lograron arrebatarle el control de la ciudad occidental de Ramadi, capital de la provincia de Anbar.
El grupo yihadista es reconocido por los crímenes atroces que comete en nombre del Islam, como decapitaciones, lapidaciones, quemando vivas a sus víctimas o lanzándolas desde azoteas de edificios.
El Estado Islámico surgió en 2003 como una rama de la red Al Qaeda, aunque después se separó y tomó el control de amplias zonas de Siria e Irak, en donde en junio de 2014 estableció un califato que encabeza su líder al Abu Bakr al Baghdadi. (Notimex)