Varsovia (AFP) – Dos hombres que afirman que descubrieron un tren nazi enterrado al final de la Segunda Guerra Mundial en la región de Walbrzych, en el suroeste de Polonia, salieron del anonimato este viernes y aseguraron disponer de pruebas sobre su hallazgo.
“Tenemos pruebas irrefutables de que existe”, declaró, sin presentar ninguna, Piotr Koper, sentado al lado de su colega Andreas Richter, ante las cámaras del canal de televisión pública TVP Info. Según un periodista de la cadena, Richter es alemán pero está casado con una polaca y lleva 18 años viviendo en Polonia.
Se trata de la primera aparición pública de los dos hombres que, a partir de ahora, solo se comunicarán por medio de sus abogados. “El revuelo mediático en torno al tren no fue desatado por nosotros, sino por una filtración de documentos” a través de instituciones públicas, afirmaron Richter y Koper, que reprocharon a las autoridades que no se hubieran puesto en contacto con ellos desde el anuncio de su hallazgo el 18 de agosto.
Los dos hombres indicaron que habían encontrado a personas dispuestas a invertir en la extracción del tren y explicaron su intención de crear un museo especial dedicado al vehículo, con el dinero que les corresponde por su descubrimiento. El tren, según dijeron a periodistas de TVP Info, no está aparcado en un túnel, sino sepultado y es imposible saber lo que contiene.
Según los medios polacos, unidades especializadas del Ejército, probablemente químicos y artificieros, estaban inspeccionando este viernes el terreno donde podría encontrarse el tren.
Tras las primeras declaraciones triunfalistas sobre el hallazgo, las autoridades polacas expresan desde hace varios días su escepticismo respecto a su existencia. “El valor informativo del anuncio del descubrimiento no es superior a lo que hemos visto aparecer desde hace décadas”, declaró el lunes el presidente de la región de Baja Silesia, Tomasz Smolarz.