Fredericksburg (Estados Unidos) (AFP) – El diácono y carpintero David Cahoon tiene plazos de entrega sagrados: en poco más de un mes, el papa Francisco visitará Estados Unidos y el altar desde el que oficiará su misa todavía no está listo.
“Faltan 37 días”, dijo el lunes, con la frente perlada de sudor, este ebanista que trabaja sin pausa en el polvoriento taller ubicado en las afueras de Washington y donde tanto el altar como la silla papal van tomando forma.
“No puede haber ni un día de retraso (…), pero me siento honrado y bendecido por hacerlo”, contó a la AFP.
Elegante en su simplicidad, el altar rinde homenaje a la reciente encíclica del Vaticano a los obispos sobre el medio ambiente y el calentamiento global: es confeccionado a partir de paneles de fibra de madera reciclada, álamo estadounidense y revestimiento en cerezo, también de origen local.
“No estamos utilizando madera del bosque tropical sudamericano”, explicó un orgulloso Cahoon, de 58 años, mientras su colega Carlos Hernández lijaba cuidadosamente los bordes de la silla.
El trabajo incluye otras 12 piezas, como un ambón, o atril para la lectura de la Biblia, y una serie de ocho sillas para diáconos.
– Carpintero como Jesús –
No es la primera vez que el diácono “Dave”, quien siguiendo los pasos de Jesús encontró su misión en la carpintería, sufre la presión de enfrentar un pedido papal.
De hecho, fabricó el altar utilizado por el papa Benedicto XVI en la última visita a Estados Unidos de un pontífice de la Iglesia Católica, en abril de 2008.
El papa Francisco llegará a Washington el 22 de setiembre en el marco de una gira que lo llevará también a Nueva York y Filadelfia, en Pensilvania (noreste).
El 23 se reunirá con el presidente Barack Obama, el 24 realizará un discurso ante el Congreso, el 25 una visita a la ONU y luego viajará a Filadelfia para participar en un encuentro mundial de familias católicas, el 26 y 27.
El flamante altar será la pieza central de la misa que celebrará el Papa en el ala este de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.
La basílica, ubicada en el noreste de Washington, es el mayor templo católico de Norteamérica y uno de los 10 más grandes del mundo, con un millón de visitantes por año.
Desde el altar que está construyendo Cahoon el Papa canonizará a Junípero Serra, el misionero franciscano español que introdujo el cristianismo en California, en el siglo XVIII.
– Diseño jesuita –
Aunque Cahoon le da forma, el diseño del altar es producto de una competición entre estudiantes de la Universidad Católica de América (CUA), vecina de la basílica.
El diseño hace referencia al pasado jesuita del pontífice argentino, con cuatro columnas que simbolizan los cuatro votos profesados por los miembros de la Compañía de Jesús.
Las cuatro columnas forman tres arcos que representan a la Santísima Trinidad. El altar es coronado por un bloque de piedra.
“Para ser honestos, toda nuestra inspiración provino de la basílica”, contó Joe Taylor, de 23 años, que acaba de graduarse en arquitectura e integrante del equipo ganador.
“Queríamos diseñar un altar que pareciera pertenecer a la basílica, que pareciera que siempre estuvo allí”, explicó a la AFP.
De hecho, el plan es que el altar se quede en forma permanente en el templo, de estilo bizantino románico, luego de la visita papal.
Con sus pantalones de carpintero y camiseta azul oscura de su empresa, la Saint Joseph Carpentry Shop (carpintería de San José), Cahoon asegura estar feliz y “profundamente entusiasmado” por la visita papal.
“Es como si nuestro padre viniera a casa para una visita maravillosa”, sostiene. “Y es como si sacáramos nuestra mejor porcelana para celebrar una comida con nuestro Papa”.