La tormenta tropical Emily dejó esta semana cuatro muertos a su paso por República Dominicana y Haití, pero lo peor de la temporada de huracanes en la cuenca del Atlántico aún estaría por venir, advirtieron meteorólogos.
El remanente de Emily, que se regeneró en depresión tropical, todavía dejaba lluvias el domingo en Las Bahamas, pero se alejaba de la costa estadunidense hacia el Atlántico, informó el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
La presencia de Emily marcó esta semana el inicio de la parte más activa de la temporada de huracanes para el Atlántico, Golfo de México y el Caribe que se inicia el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre.
“Agosto, septiembre y octubre son los meses más peligrosos. Históricamente es cuando vemos un mayor número de tormentas”, advirtió Stacie Miles, funcionaria de los servicios de emergencia del condado de Onslow en Jacksonville, Florida.
La gubernamental Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) aumentó esta semana su pronóstico sobre el número de tormentas y huracanes que espera para el resto del año.
El NOAA informó que podrían producirse entre siete y diez huracanes, mientras que se formarían entre 14 y 19 tormentas lo suficientemente fuertes como para ponerles nombre.
Entre tres y cinco de estos fenómenos amenazarían con convertirse en huracanes de categoría tres, lo que quiere decir con vientos de más de 177 kilómetros por hora.
El meteorólogo Gerry Bell, del Centro de Predicción Climática del NOAA, dijo que en los próximos tres meses es cuando el mar está más cálido y los vientos altos que podrían romper los huracanes son los más débiles.
El NOAA apoya sus predicciones en las elevadas temperaturas oceánicas, el potencial desarrollo de “La Niña”, menos vientos verticales y las bajas presiones, entre otros aspectos.
Históricamente entre los meses de agosto, septiembre y octubre se han registrado ocho de cada diez de los 600 huracanes más poderosos desde 1866 en que se llevan récords.
“Las tormentas de aquí a octubre se van a formar más frecuentemente y se tornarán más intensas de lo que hemos visto hasta el momento” , advirtió Bell.
Hasta el momento se formaron cinco tormentas tropicales: Arlene, Bret, Cindy, Don y Emily.
Los meteorólogos no pueden predecir si un huracán tocará tierra, porque eso depende de las condiciones climáticas del momento, pero hacen notar que Estados Unidos ha escapado de un impacto directo desde el huracán Ike en 2008.
Jack Hayes, director del Servicio Nacional del Clima, destacó sin embargo, que las inundaciones en el medio oeste y los tornados que dejaron 500 muertos ya le costaron al país 32 mil millones de dólares en pérdidas en lo que va del año.