Dallas, 15 Mar.- El sacerdote católico Virgilio Elizondo, un profesor de la Universidad de Notre Dame considerado como el fundador de la teología latina en Estados Unidos, se suicidó en su casa de San Antonio, Texas, informó hoy la Oficina del Médico Forense del Condado de Bexar.
La dependencia determinó este martes que la causa oficial de la muerte de Elizondo, ocurrida la tarde del lunes, fue una herida de bala en la cabeza.
Elizondo, quien tenía 80 años de edad, vivía bajo una nube de sospecha tras ser acusado en mayo del año pasado de abuso sexual en una demanda en el condado de Bexar. Elizondo negó la acusación y se comprometió a demostrar su inocencia.
El caso fue presentado por un hombre identificado sólo como John Doe, (anónimo) que alegó que había sido abusado por el sacerdote cuando era niño en 1983. Elizondo se desempeñaba entonces como rector de la Catedral de San Fernando en San Antonio.
Elizondo era considerado un teólogo muy respetado que actualmente se desempeñaba una parte del año como profesor de la Universidad de Notre Dame, en Indiana.
El sacerdote fundó en San Antonio el Centro Cultural Mexico-Americano, que ahora es el Colegio Católico México-Americano, un centro de investigación y formación de agentes de pastoral para estudiantes de todas partes de Estados Unidos y Latinoamérica.
Elizondo recibió durante su vida numerosos premios, incluyendo el Premio Murray Courtney John por contribuciones teológicas, concedido por la Sociedad Teológica Católica de América, y el Premio Johannes Quasten a la excelencia y el liderazgo en el desarrollo teológico, otorgado por la Universidad Católica de América.
La revista Time nombró a Elizondo como uno de los “innovadores espirituales” del nuevo milenio y había recibido seis doctorados honorarios. Fue autor de numerosos libros, entre ellos “Guadalupe: Madre de la nueva creación”, “Virgilio Elizondo: Escritos” y “La Catedral de San Fernando: Alma de la Ciudad”, del que fue coautor.
El arzobispo de San Antonio, Gustavo García Siller, recordó a Elizondo este martes como un erudito en teología latina, la evangelización, la fe y la espiritualidad.
“Esta es una ocasión de gran dolor, ya que su muerte fue repentina e inesperada”, dijo el arzobispo a la estación de radio WOAI de San Antonio. (Notimex)