Los Ángeles, 13 ago (EFE News).- A los peligros de mantener encerrados a los indocumentados en centros de detención en medio de la pandemia del coronavirus, activistas y ambientalistas alertan ahora sobre los riesgos del uso de un desinfectante industrial que en ocasiones hasta es rociado a los internos cada 30 minutos.
Las denuncias advierten sobre el uso en los centros de detención de inmigrantes del producto químico HDQ, un pesticida y desinfectante regulado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y altamente efectivo que se ha estado utilizando en la industria hospitalaria, y que debe ser aplicado siguiendo estrictos protocolos de seguridad por los riesgos que implica para la salud.
No obstante, en centros de detención como en el de Adelanto, California, activistas aseguran que estas medidas de seguridad no se están cumpliendo por parte del personal de GEO, compañía que opera el lugar.
“Han estado rociando este producto químico HDQ cada 15 a 30 minutos al día para prevenir la COVID”, aseguró este jueves en una conferencia de prensa Kimberly Galindo, integrante de Inland Coalition for Immigrant Justice (ICIJ), que mantiene comunicación con los detenidos en Adelanto.
La aplicación de HDQ se estaría realizando tanto de día como de noche, advirtió Raúl García, director de comunidades saludables de la organización Earthjustice.
El ambientalista recalca que las pautas de seguridad estipulan específicamente que el químico solo debe usarse con equipo de protección y que únicamente debe ser rociado al aire libre o en áreas bien ventiladas. “No debe ser inhalado ni ingerido, y si lo es la persona afectada debe ser trasladada inmediatamente a una área con aire fresco”, añadió García.
Según las denuncias de los activistas, ninguna de estas prácticas de seguridad se están llevando a cabo en el centro de Adelanto, donde los detenidos vienen denunciando problemas respiratorios y de visión, erupciones de piel, náuseas y dolor de cabeza tras las constantes aplicaciones del producto.
EN AISLAMIENTO POR BUSCAR ATENCIÓN MÉDICA
A los problemas de salud que están enfrentando por el químico HDQ los detenidos, se suma el hecho que los guardias de GEO estarían tomando represalias contras los inmigrantes que necesitan buscar atención médica por esta razón, de acuerdo con Galindo.
“Si van a un hospital, de regreso los ponen en confinamiento solitario durante 14 días y sabemos que el confinamiento solitario no es autocuarentena”, denuncia la activista de ICIJ
PRUEBAS PROHIBIDAS
Estos no serían los únicos problemas que están enfrentando los detenidos en Adelanto, ubicado al noreste de Los Ángeles, en medio de la pandemia.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) denunció esta semana que los oficiales del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) impidieron a una “vasta mayoría” de indocumentados acceder a unas 1.900 pruebas para detectar el coronavirus que se enviaron a esa instalación en mayo.
“No puedo imaginar lo aterrador que debe sentirse ser uno de los cientos de inmigrantes encarcelados que han experimentado síntomas de COVID-19 pero no pueden acceder a una prueba, a pesar de que el ICE tiene más de mil kits de prueba disponibles”, dijo Ahilan Arulanantham, abogado de ACLU SoCal.
Según datos del ICE, en Adelanto se han reportado hasta este jueves 12 contagios desde que comenzó la pandemia, y dos de los contagiados aún se mantienen en aislamiento.
En un comunicado, Arulanantham informó que la noche del lunes la organización pidió a una corte que ordenara a los oficiales en Adelanto aplicar un test a cada persona que presentara síntomas, y suspender la transferencia de personas a este centro por razones diferentes a las especificadas en las guías de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
TRASLADOS QUE LLEVAN EL VIRUS
ACLU está tratando de evitar que se repita la situación del centro de detención en Farmville, Virginia, donde un brote de COVID-19 ha infectado a casi nueve de cada 10 detenidos.
Según el ICE, 339 detenidos en total en la instalación dieron positivo al nuevo coronavirus y 259 están actualmente bajo observación o en aislamiento con el virus. Los contagios crecieron tras el traslado de varios detenidos a las instalaciones.
El contagio obligó a los CDC a enviar esta semana un equipo de médicos, especialistas en laboratorio y epidemiólogos para realizar una evaluación del centro de detención del ICE, según la oficina del gobernador Ralph Northam.
Mientras, un juez federal otorgó una orden judicial el martes para impedir que se transfieran más detenidos al centro en Virginia.
Hasta el sábado pasado el ICE tenía bajo su custodia 21.118 inmigrantes, 4.462 de los cuales habían dado positivo al coronavirus. Del total, 1.078 son casos activos y cinco detenidos murieron tras ser contagiados, aunque los decesos no estipulan la COVID-19 como causa de muerte.
LLAMADOS A INVESTIGAR
A medida que la pandemia avanza en el país, más voces se han unido para urgir al ICE a que deje en libertad condicional a los indocumentados para que sigan sus procesos en sus hogares.
El congresista federal Mark Takano advirtió este jueves que las cárceles han sido focos de propagación del coronavirus, por lo que aseveró que “una política racional sería minimizar el número de personas en estos centros”.
El legislador demócrata destacó que los inmigrantes detenidos por el ICE enfrentan acusaciones civiles, que no son crímenes violentos, y que se les debería liberar bajo fianza, como se hizo en el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).
“Muchos, muchos detenidos pueden ser liberados en la comunidad de forma segura, y ellos se presentarán en su audiencias”, seguró Takano.