San Juan, 28 ago (EFE News).- El presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) de Puerto Rico, Juan Ernesto Dávila, dijo este viernes que el retraso en la finalización del escrutinio de las primarias es un obstáculo para que el 3 de noviembre se mantenga como la fecha de las próximas elecciones generales.
Dávila, en conferencia de prensa, subrayó que el escrutinio de los votos no ha concluido todavía, lo que es un escollo adicional para cumplir con el calendario de los comicios de noviembre.
“Es necesario que los partidos puedan culminar esto a la mayor brevedad posible para poder culminar el trámite para la impresión de papeletas”, indicó.
Sostuvo que a finales de la semana que viene tendrá una idea más clara de si es necesario aplazar las elecciones.
Ese supuesto sólo será posible con legislación y si la gobernadora, Wanda Vázquez, convocara una sesión extraordinaria en la Asamblea legislativa.
Dávila indicó que funcionarios del PPD le indicaron que el proceso podría completarse para su partido el 5 de septiembre.
El proceso de escrutinio que se realiza en el Coliseo Roberto Clemente está atrasado tras detectarse casos de la COVID-19.
La Constitución de Puerto Rico establece que las elecciones generales tienen que se celebrarse en noviembre, pero no necesariamente el día 3.
Dávila mencionó que no está determinado todavía si la elección del comisionado residente, al tratarse de un cargo federal, tiene que celebrarse el mismo día de las elecciones en Estados Unidos.
Dijo que la tecnología que maneja la empresa Printech, responsable del proceso de impresión de papeletas, requiere a la CEE entregue el arte de las papeletas para ser impresas en un solo archivo, lo que impide adelantar trabajo mientras se culmina el escrutinio.
El proceso también, dijo, podría verse atrasado si algún fenómeno atmosférico golpea la isla en los próximos meses o si las impugnaciones judiciales afectan el proceso.
Recordó que nunca antes se había celebrado en Puerto Rico una primaria en agosto con una elección en noviembre, lo que ocurrió en esta ocasión después de que a causa del COVID-19 hubiera que retrasar las primarias de junio a agosto.
Dávila se enfrenta además a siete querellas por los retrasos en la entrega de papeletas ocurridos durante las primarias del 9 de agosto, que podrían suponer que el Tribunal de Apelaciones ordenara su destitución como presidente de la CEE.
La CEE espera todavía que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), entidad federal de control al Ejecutivo de San Juan, tome una determinación respecto a una petición adicional de 4,5 millones para el proceso electoral.
La JSF ya aprobó el presupuesto de 3,5 millones de dólares para el plebiscito -sobre la relación política con Estados Unidos- y 15 millones de dólares más para la elección general.
Dávila defendió además la alternativa del voto por correo, dada la situación provocada por la COVID-19.
“No podemos perder de perspectiva que estamos en medio de una pandemia, que tenemos que evitar a toda costa la aglomeración de personas y que en la medida en que haya el voto por correo estamos evitando la aglomeración de personas”, indicó.
Existe, no obstante, el temor a que no haya preparado un adecuado plan para favorecer un voto por correo masivo sin el riesgo de fraude.
La imprenta Printech reclama además a la CEE un pago de 1,4 millones de dólares correspondiente a servicios prestados durante las primarias.
Dávila aseguró que no entiende que Printech condicione la impresión de las papeletas de las generales al saldo de la deuda.
Las primarias del PNP y PPD estaban marcadas para el pasado 9 de agosto, pero el retraso en la llegada de las papeletas provocó que la CEE retrasara la votación hasta el siguiente domingo, día 16, lo que provocó una serie de demandas contra el presidente de entidad electoral.