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Protestas de Egipto, se trasladan a otros países árabes.

La caída del régimen de Hosni Mubarak en Egipto no significó el fin de las protestas. Este lunes, miles de empleados estatales, como choferes de ambulancias, policías y trabajadores del transporte, protagonizaron manifestaciones y huelgas para exigir aumentos salariales.

En un comunicado, el consejo militar que recibió el poder les advirtió a los organizadores de las nuevas protestas cejar las movilizaciones, antes de que las fuerzas armadas intervengan e impongan prohibiciones a las grandes concentraciones, huelgas y plantones.

El gobierno militar dijo que el país necesita un clima más tranquilo para que las fuerzas armadas puedan dirigir los asuntos de la nación en este “momento crítico” y entregar el poder a un civil electo en el futuro.

El comunicado también advirtió que las huelgas y las protestas afectan a la economía del país y permiten que algunos “irresponsables” cometan “actos ilegales”.

Pero no solo en El Cairo las protestas preocupan. Este lunes, fuertes manifestaciones en Irán, Yemen y Bahrein parecieron repetir las recientes revueltas populares de Egipto.

Irán reprime protestas

La Policía iraní y decenas de miles de manifestantes se enfrentaron el lunes en el centro de Teherán. Las fuerzas de seguridad recurrieron a los golpes y al gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.

La oposición convocó a una manifestación en solidaridad con Egipto, cuya población obligó al presidente a renunciar tras casi 30 años en el poder. La marcha fue la primera acción de relevancia entre la oposición iraní en más de un año.

La Policía utilizó gas lacrimógeno contra los manifestantes reunidos en la plaza Enghelab (de la Revolución), en el centro de Teherán, y en la plaza Imam Hossein, así como en otras calles principales cercanas. Los manifestantes respondieron encendiendo botes de basura para protegerse de las nubes de gas.

“Te apoyamos Musavi”, dijo uno de los manifestantes refiriéndose a Hosein Musavi, uno de los líderes de oposición.

“Un iraní muere pero no acepta la humillación” y “¡Muerte al dictador!”, decían otros refiriéndose al presidente Mahmud Ahmadinejad.

Las fuerzas de seguridad perseguían en motocicletas a los manifestantes en las calles, dijeron testigos.

La agencia noticiosa oficialista Fars calificó a los manifestantes como “hipócritas, monarquistas, rufianes y sublevados”, además de ridiculizarlos por no pronunciar ninguna consigna sobre Egipto, como lo habían prometido en un principio.

Un número no especificado de manifestantes fue arrestado y entregado a la Policía, así como a otras fuerzas de seguridad, agregó Fars sin entrar en más detalles.

El cibersitio de la oposición Kaleme.com reportó manifestaciones similares en la ciudad de Isfahan, en el centro del país y en Shiraz, en el sur. Las fuerzas de seguridad utilizaron también la fuerza en esos lugares.

Yemeníes protestan por cuarto día

Miles de personas protestaron el lunes en Yemen por cuarto día consecutivo, para exigir reformas políticas y la salida del presidente, Alí Abdulá Salé, un aliado de Estados Unidos, en manifestaciones inspiradas por la agitación social en Egipto.

Las protestas ocurren mientras Estados Unidos se ha embarcado en un plan para profundizar la capacitación terrorista de las fuerzas de seguridad yemeníes, a fin de que contrarresten a una filial local de al-Qaida que ha lanzado varios ataques contra objetivos norteamericanos.

Universitarios, activistas y legisladores marcharon el lunes por cuarto día consecutivo en la capital, Saná.

Varios abogados vestidos de negro y encabezados por el jefe de su gremio, se unieron a los manifestantes para pedir el fin del régimen coreando lemas similares a los que gritaron los manifestantes en Egipto y Túnez.

“Una revolución de libre expresión… Una revolución de libertad… Debemos decidir”, gritaron los manifestantes.

Por su parte, un centenar de simpatizantes del gobierno realizaron una contramanifestación en la que portaron fotos del presidente Alí Abdulá Salé.

Confrontaron a los manifestantes antigubernamentales y gritaron consignas contra el terrorismo y a favor del diálogo propuesto por el gobierno.

Los dos grupos se enfrentaron frente a la universidad y tres personas resultaron heridas, dos de ellas por piedras y otro por heridas con una daga tradicional yemení.

Al final, la Policía separó a ambos bandos antes de que los manifestantes marcharan hacia el centro de la ciudad gritando “¡Márchate Salé!”.

Choques en Bahrein

Las fuerzas de seguridad de Bahrein dispararon el lunes gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar a manifestantes antes de que efectuaran marchas de protesta convocadas para este día, dijeron testigos, en lo que podrían ser los primeros grandes mítines en el Golfo Pérsico inspirados por la revuelta en Egipto.

Es el segundo enfrentamiento de este tipo en mismo número de días en esta pequeña isla nación, la cual es una aliada clave de Occidente y hogar de la Quinta Flota de la Marina de los Estados Unidos.

Las redes sociales de internet fueron inundadas con convocatorias hechas por grupos políticos juveniles, activistas de derechos humanos y otros actores para realizar manifestaciones el lunes, un día simbólico en Bahrein, ya que se conmemora el aniversario de la Constitución del 2002 del país que promulgó reformas democráticas, como la de tener un parlamento elegido por votación.

Pero grupos de oposición buscan cambios más profundos por parte de la dinastía gobernante del país, como la transferencia de más poderes al parlamento y acabar con el control que tienen la monarquía sobre los principales puestos de gobierno.

La mayoría chií de Bahrein -cerca de 70 por ciento de la población- se queja de que hay una discriminación sistemática por parte de los gobernantes suníes.

Los choques ocurrieron en el poblado de mayoría chií de Newidrat, en la región suroeste del reino. Los testigos, quienes hablaron en condición de anonimato por temor a represalias de las autoridades, dijeron que hubo varios heridos por los enfrentamientos.

El domingo, fuerzas de seguridad y manifestantes se enfrentaron en el poblado chií de Karzakan, en el oeste de Bahrein, lo que causó heridas a varios manifestantes y policías.

Los líderes del reino han respondido a los llamados para el “día de furia” con concesiones diseñadas para aplacar a los inconformes.

Las autoridades han prometido reducir los controles del Estado sobre los medios de comunicación. La semana pasada, el rey Hamad bin Isa Al Khalifa otorgó a cada familia bahreiní cerca de 2.700 dólares.

En una carta abierta al rey, el Centro Bahreiní de Derechos Humanos demandó reformas y advirtió que los intentos de aplastar las protestas podrían conducir al país al “caos y al derramamiento de sangre”.

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