Roma (AFP) – Una calesa tirada por seis caballos, pétalos de rosas lanzados desde un helicóptero, música de fondo de la película “El Padrino”: el ostentoso funeral de un jefe local mafioso el jueves en Roma no pasó desapercibido, para disgusto de las autoridades italianas.
El viernes, los diarios locales dedicaban páginas enteras a los detalles del funeral de Vittorio Casamonica, muerto a los 65 años de un cáncer.
Era considerado como el jefe del clan de los Casamonica, de origen sinti, presente principalmente en las afueras del sur de Roma y sospecho de fraude, extorsión, tráfico de drogas.
Aunque fue arrestado en varias ocasiones, nunca llegó a ser condenado.
“Vittorio Casamonica, rey de Roma”, proclamaba un cartel a la entrada de la iglesia donde tuvo lugar el funeral en el este de la capital.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, y el alcalde de Roma, Ignazio Marino, exigieron explicaciones al Prefecto, que por el momento se refirió a “una falla en el sistema”.
El cura que presidió la ceremonia aseguró a la prensa que no estaba al tanto del pasado del difunto ni de la decoración prevista por sus allegados.