Ciudad de México, 11 dic (EFE).- Miles de peregrinos llenaron este sábado los alrededores de la imponente Basílica de Guadalupe de Ciudad de México en la víspera del gran Día de la Virgen, en un ambiente de esperanza y medidas sanitarias después de que el año pasado el templo permaneciera cerrado por la pandemia de covid-19.
Barrales salió el pasado 9 de diciembre de su casa y apenas este sábado al mediodía se disponía a entrar al recinto donde se encuentra la basílica, como otros miles que van llegando desde todos los estados del país para reencontrarse con la que denominan su “madre”, a la que en 2020 no pudieron ver.
En esta ocasión, elementos de diferentes instancias del Gobierno capitalino se encargan de mantener ordenado el flujo de personas que entra y sale de la basílica por distintos puntos.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que se desplegaron 3.100 elementos como parte del Operativo Basílica 2021. El titular de la SSC, Omar García Harfuch, indicó este sábado que se prevé una afluencia de 42.000 personas.
Al interior del templo, los visitantes solo podrán permanecer 10 minutos, y ningún peregrino podrá pernoctar en las inmediaciones. Las autoridades eclesiásticas pidieron a los visitantes que respeten dichas normas y los animaron a seguir a través de redes sociales las tres misas que se realizarán en la basílica, ya que no estará permitido presenciarlas.
Para muchos, después de que en 2020 vivieran la tristeza de no poder visitar a la Virgen de Guadalupe, 10 minutos son suficientes y el esfuerzo de caminar o viajar en autobús desde más o menos lejos merece la pena.
“A pesar que todos pasamos problemas, venimos a pedir para que nos ayuden para salir de las dificultades. En cada pueblo viene la tradición de los abuelos, de los padres, ellos nos lo inculcan a nosotros”, continuó Barrales, quien se mostró emocionado de por fin haber llegado a las puertas del recinto.
Con él coincidió, Ana Rita Ruela, una mujer de 65 que desde hace 15 años acude desde el estado del occidental estado de Jalisco a representar la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, que cumple este domingo 490 años.
La fe por la Virgen de Guadalupe surgió en México el 12 de diciembre de 1531, cuando la leyenda dice que esta virgen morena se le apareció al indígena Juan Diego, quien fue canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II, en el Cerro del Tepeyac, a cuyos pies se ubica hoy la basílica.
“Tengo 15 años haciendo la representación de mi madre santísima de Guadalupe y soy un instrumento de su paz, yo soy consagrada a mi madre santísima. Se la hago a ella pero es para todos”, compartió con Efe momentos antes de arrancarse a cantar “La Guadalupana”, el himno por excelencia de esta celebración.
Ruela pidió por su familia y por su salud, ya que en 2018 tuvo varios infartos y, dice, la Virgen y el Niño Dios se le aparecieron en el quirófano mientras era intervenida para colocarle un marcapasos.
La mujer acudirá también el domingo, pero otros prefirieron acudir este sábado y retirarse de la zona antes de la noche, puesto que el Día de la Virgen las aglomeraciones se convierten en ocasiones en intrasitables y, debido a las medidas relacionadas con la covid-19, se prevén largas filas.
Esta mañana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en una conferencia de prensa desde la norteña Tijuana que “el pueblo de México es guadalupano” y consideró a la Virgen de Guadalupe como uno de los principales símbolos del país.
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