03/16/2017. El lanzador de los Marlines, José Fernández, estaba ebrio y conducía a alta velocidad su bote cuando se estrelló en Miami Beach, y con él murieron otras dos personas, concluyó la investigación de las autoridades locales dada a conocer hoy.
Si el lanzador estrella del beisbol de Grandes Ligas hubiera sobrevivido a ese fatal accidente, ocurrido hace casi seis meses, estaría acusado de varios crímenes, incluido el de homicidio, de acuerdo con el informe final de la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida.
El barco viajaba a más de 104 kilómetros por hora (65 millas), por encima de la velocidad máxima, durante la oscuridad de la noche en una zona “peligrosa para la navegación”, conocida por sus rompeolas de roca y marcadores de canales.
La publicación del informe se produjo casi seis meses después de que Fernández, de 24 años, y otros dos personas: Eduardo Rivero (25) y Emilio Jesús Macias (24), resultaron muertos en el accidente.
El barco del lanzador se estrelló en la zona conocida como Government Cut, el canal que los buques comerciales utilizan para entrar al Puerto de Miami.
El informe refutó la afirmación de los abogados de Fernández de que el lanzador no estaba detrás del timón cuando el barco se estrelló y se encontraba en una llamada telefónica.
Según los investigadores, la llamada si se produjo, pero 12 minutos antes del trágico accidente, cuando el barco estaba aún en el río Miami, según los registros de llamadas.
La noche del pasado 24 de septiembre, en el momento del accidente, Fernández estaba legalmente ebrio y tenía cocaína en su organismo, según el reporte de la Oficina Médica de Miami-Dade, dado a conocer previamente.
Los otros hombres a bordo tenían alcohol en su organismo, pero ninguno estaba legalmente ebrio. Rivero también tenía cocaína en su cuerpo, según el informe.
Las familias de Rivero y Macias han presentado demandas contra la herencia de Fernández por negligencia y lesiones personales por dos millones de dólares cada una.
La víspera, una juez de Miami dictaminó que la madre del beisbolista, Maritza Gómez Fernández, y María Arias, su novia y madre de su hija, dividirán el control de la herencia del fallecido lanzador, calculada en tres millones de dólares.
Penélope, la hija de Fernández, nacida el pasado 24 de febrero, ha sido nombrada única beneficiaria de la herencia.
La muerte del lanzador de origen cubano sorprendió al mundo del béisbol y en el sur de Florida sus compañeros de equipo se pusieron su jersey en un emotivo juego, y miles lo honraron durante una procesión pública y días conmemorativos después del accidente.Notimex