Miami, 8 ago (EFE).- Los casos confirmados de COVID-19 en Florida aumentaron este sábado en 8.502 y ya suman 526.777, mientras las muertes acumuladas desde el inicio de la pandemia superan las 8.000, de acuerdo con el Departamento estatal de Salud.
Algunos especialistas, como la epidemióloga Aileen Marty, de la Florida International University, citada hoy por los medios, creen que la progresión de la enfermedad ha comenzado a descender “de manera leve y lenta” aunque “desde un nivel mucho más alto” que el que había a mediados de junio, que es cuando la COVID-19 comenzó el repunte en este estado sureño.
El Departamento de Salud de Florida, que solo contabiliza las muertes de residentes en el estado, informó de 182 nuevos decesos, que hacen un total de 8.019 desde el 1 de marzo. A esa cifra hay que sumarle 129 muertes de no residentes.
El récord de muertes diarias se alcanzó el viernes 31 de julio, cuando sumaron 257, y el de contagios en un día es de 15.300 y se produjo el 12 de julio.
Miami-Dade, con 2,8 millones de habitantes, sumó 29 muertes y 1.808 casos en las últimas 24 horas, que ponen la cuenta de la pandemia en ese condado en 1.838 (solo residentes) fallecidos y 131.217 contagiados.
Es el condado más afectado en Florida por la pandemia y el tercero en todo Estados Unidos, según la Universidad Johns Hopkins.
Solo California supera a Florida en número de contagios y solo Nueva York y Los Ángeles están por delante del condado de Miami-Dade en número de casos.
El condado Broward, el segundo más afectado en Florida, llegó hoy a 61.614 casos y 789 muertes por la COVID-19, muy lejos de su vecino Miami-Dade, que hoy tuvo una tasa de positivos en las pruebas diarias del 13,4 %, varios puntos por encima de la tasa estatal, que fue de 9,91 %.
A día de hoy había 6.878 personas hospitalizadas en Florida con un diagnóstico de COVID-19, 1.558 de ellas en Miami, y desde el 1 de marzo ha habido 30.351 ingresos hospitalarios en todo el estado por esa enfermedad.
“Gracias por usar sus máscaras. El descenso en el número de hospitalizaciones que hemos visto en días recientes es gracias a ustedes y sus esfuerzos para prevenir el contagio de COVID-19 a los otros residentes de Miami-Dade”, escribió el alcalde del condado, Carlos Giménez, en Twitter.
En julio los condados más afectados por el repunte de casos y muertes reforzaron las medidas preventivas y las normas para el funcionamiento de los negocios.
En Miami-Dade el uso de la mascarilla es obligatorio en todos los espacios públicos, pero no lo es a nivel estatal en Florida por la negativa del gobernador Ron Desantis, republicano y alineado con las políticas del presidente Donald Trump.
Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, registra ya más de 4,9 millones de casos confirmados de COVID-19 y unas 161.000 muertes, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.