El regidor argumentó que los contagios en las escuelas han bajado notablemente y ahora los niños podrán llevar la mascarilla de manera opcional, aunque los centros mantendrán los protocolos contra la covid-19, incluyendo más ventilación, evaluación diaria de síntomas y la distribución de kits de prueba.
Los niños menores de 5 años, que no son elegibles para vacunarse, tendrán que seguir llevando obligatoriamente mascarilla en entornos como guarderías, cursos preescolares para edades de 3 y 4 años, así como programas contratados por el Departamento de Educación de la ciudad.
Adams agregó que Nueva York está “abierta para los negocios” al comunicar que los neoyorquinos ya no necesitarán mostrar su prueba de vacuna para tener que acceder a restaurantes, hoteles, cafeterías, gimnasios, piscinas, teatros, salas de conciertos y otros espacios interiores.
El alcalde sostuvo que el levantamiento de esa medida dará “flexibilidad” a los negocios para mantener la seguridad y “hacer que la economía vuelva a funcionar”, pero advirtió que si aumentan los casos o los ingresos hospitalarios podrían volver a imponerse esas restricciones.
“Hace dos años, la ciudad de Nueva York fue el epicentro de la pandemia, pero gracias a que los neoyorquinos se vacunaron y recibieron refuerzos, hemos logrado un gran progreso”, aseguró el alcalde, quien aún no ha tomado una decisión sobre el sistema de transporte público.
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