SAN ANTONIO — Cada partido tiene sus momentos estelares, pero siempre hay uno que queda guardado para la posteridad de las Finales de la NBA.
Se trata de esa instantánea que decide un encuentro o simboliza una victoria. Sucedió en 1998, cuando Michael Jordan le dio el tercer anillo al hilo a Chicago Bulls tras un lanzamiento certero que resolvió el Juego 6 y la serie ante Utah Jazz; o el gancho de Kareem Abdul-Jabbar que decidió la final de 1974 entre su equipo, Milwaukee Bucks, y Boston Celtics en la segunda prórroga; o ¿con qué imagen se quedan de Robert Horry, de San Antonio Spurs, en aquel último cuarto magistral ante Detroit Pistons en el juego 5 de las Finales de 2005? ¿Con uno de sus cuatro triples? ¿Con aquella clavada que acabó en falta?
La lista es interminable y, como no podía ser menos, la serie entre Miami Heat y San Antonio Spurs ya nos ha dejado dos momentos que podrían quedar sellados en los anales de la historia de este deporte. Dos jugadas que ya son candidatas a engrosar el listado de lo inolvidable dependiendo del devenir de sus protagonistas.
EL TAPÓN DE JAMES A SPLITTER
Miami Heat rozaba la victoria en el Juego 2 ante los Spurs después de ir venciendo 86-67. San Antonio estaba contra las cuerdas a falta de poco más de ocho minutos para la bocina final luego de haber cedido un parcial de 14-3 al final del tercer periodo y entrar en el último con una ventaja de 10 puntos. Tony Parker habilitó a Tiago Splitter, que no se lo pensó dos veces antes de encarar el aro para clavar la bola.
Sus ojos estaban fijos en la red al tiempo en que un omnipresente James ya conocía su cometido:impedir la clavada con un tapón magistral.
El jugador Miami tuvo su momento de gloria tras no brillar de manera personal en ninguno de sus dos partidos (sí lo hizo en aras de mejorar la labor de sus compañeros). Y allí se quedó. Plantado en su cancha disfrutando del éxtasis de la hinchada mientras su equipo armaba la ofensiva. Embriagado por las sensaciones propias de una final y un público ferviente.
Cuando se repuso, le dio tiempo a subir, hacer una pantalla sobre Parker, recibir y asistir a Ray Allen, que encestó un triple desde la esquina derecha.
La imagen de las manos de Splitter y James separadas por un balón en suspensión será difícil de olvidar si Miami se hace con el anillo.
CANASTA SOBRE LA BOCINA DE PARKER
Es otra de las instantáneas imposibles de olvidar si San Antonio se hace con estas Finales. Los Spurs pudieron desplegar su basquetbol en el Juego 1 y Tony Parker fue capaz de escapar de la presión en defensa de Miami. Un ejemplo claro que a la postre se convirtió en la jugada del partido fue la canasta sobre la bocina del armador francés que certificó la victoria de su equipo.
Restaban 15 segundos para el final del encuentro y San Antonio lideraba 90-88. Parker buscaba un hueco ante la telaraña miamense encabezada por Chris Bosh y James. Kawhi Leonard y Tim Duncan ayudaban en las pantallas y trataban de abrir un hueco para la penetración de su compañero, pero Bosh tapó con acierto y obligó a Parker a irse a la derecha.
Caracoleó, buscó, se cayó y se levantó para encestar ante la presencia de James y sobre la bocina. Tras varias revisiones, la anotación se dio por buena y la jugada comenzó a dar la vuelta por el mundo entero.
Los dos primeros encuentros de la final nos brindó dos momentazos que reflejan lo que todavía está por llegar.