Nueva York (EE.UU.), 28 ago (EFE).- Sin el serbio Novak Djokovic, ausente por su negativa a vacunarse contra el coronavirus, el Abierto de Estados Unidos de 2022 arranca este lunes con el regreso del español Rafa Nadal tres años después, con el también español Carlos Alcaraz decidido a salir a morder y con el ruso Daniil Medvedev defendiendo el cetro conquistado el año pasado.
Nadal peleará por el tercer ‘grande’ de su extraordinaria temporada, después de coronarse en el Abierto de Australia y en el Roland Garros. Solo una lesión en los abdominales, sufrida tras un épico triunfo ante el estadounidense Taylor Fritz en cuartos, le impidió jugarse sus opciones en las semifinales de Wimbledon.
La última vez que Nadal pisó la pista Arthur Ashe lo hizo levantando al cielo el trofeo de campeón en 2019, el cuarto de su carrera en Nueva York, tras ganar a Medvedev en una memorable final.
El mallorquín no participó en las ediciones de 2020 y de 2021, marcadas por la pandemia del coronavirus, que vieron al austríaco Dominic Thiem y a Medvedev hacerse con el cetro de campeones, respectivamente.
Suma 22 ‘grandes’ y pelea en Nueva York para poner tierra de por medio entre él y Djokovic, quien acumula 21, en un torneo en el que también destaca la ausencia del alemán Alexander Zverev, lesionado.
NADAL, SATISFECHO CON SU EVOLUCIÓN
Desde su lesión en Wimbledon, Nadal solo ha disputado un partido, cayendo en la segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati ante el croata Borna Coric, a la postre campeón. La cicatriz que lleva en los abdominales todavía le impide sacar con total libertad, pero Rafa está satisfecho con su evolución.
“Una lesión de abdominales es difícil de gestionar, es un sitio en el que necesitas flexibilidad. Con una cicatriz al principio no es fácil, existe el riesgo de tener una rotura. Tengo cuidado con el saque, la verdad, pero en general entreno con un alto nivel de intensidad y estoy bastante feliz con mi nivel. Llevo dos semanas en el Tour, entrenando cada día, jugando sets cada día en los últimos cinco días. Eso me ayuda”, afirmaba en el día de medios.
Su estreno será el martes 30 de agosto contra el australiano Rinky Hijikata, número 198 del mundo, que participa gracias a una carta de invitación.
Comparte lado del cuadro con Carlos Alcaraz, cuartofinalista el año pasado, con el que podría medirse en una hipotética semifinal. El murciano llega a Nueva York tras una temporada de ensueño, en la que alcanzó la cuarta posición en el ránking mundial y conquistó los Masters 1.000 de Miami y de Madrid.
CUADRO EXIGENTE PARA ALCARAZ
Alcaraz tiene un cuadro exigente, con debut ante el argentino Sebastián Báez, una posible cuarta ronda contra Coric, un octavo contra el croata Marin Cilic y unos cuartos contra el italiano Jannik Sinner o el polaco Hubert Hurkacz.
En el otro lado del cuadro, el vigente campeón Medvedev se enfrentará al estadounidense Stefan Kozlov en primera ronda y podría cruzarse con el español Roberto Bautista en los octavos de final.
De avanzar, podría medirse con el canadiense Felix Auger Aliassime, sexto favorito, en los cuartos y con Tsitsipas, cuarto cabeza de serie, en las semifinales.
SWIATEK, RIVAL A BATIR
En el circuito femenino, la rival a batir será la polaca Iga Swiatek, número uno del mundo, aunque no faltan pretendientes como la británica Emma Raducanu, vigente campeona, la estonia Anett Kontaveit (n.2), la griega María Sakkari (n.3) o la española Paula Badosa (n.4).
Badosa se estrenará ante la ucraniana Lesia Tsurenko y tiene en el horizonte un posible cruce de cuartos de final con la bielorrusa Aryna Sabalenka.
Comparte además lado del cuadro con su compatriota Garbiñe Muguruza, que debutará contra la danesa Clara Tauson, y con Iga Swiatek, que se estrenará ante la italiana Jasmine Paolini.
EL ÚLTIMO BAILE DE SERENA WILLIAMS
Este Abierto de Estados será con toda probabilidad el último torneo de la carrera de la estadounidense Serena Williams, quien sugirió en una reciente entrevista concedida a la revista ‘Vogue’ que está preparada para dejar el tenis tras la competición de Flushing Meadows.
La seis veces campeona en Flushing Meadows, de 40 años, debutará contra la jugadora de Montenegro Danka Kovinic y, de avanzar, podría tener una segunda ronda de alta exigencia ante Anett Kontaveit.
Serena participará además en el torneo de dobles junto a su hermana Venus Williams, al haber recibido una carta de invitación del torneo, lo que marcará su regreso a las pistas como equipo por primera vez desde 2018.
Era el Roland Garros de 2018 la última vez en la que Serena y Venus compitieron juntas y en ese caso se pararían en la tercera ronda, al caer ante la española María José Martínez Sánchez y la eslovena Andreja Klepac.
Serena y Venus conquistaron juntas catorce ‘grandes’ en dobles, incluidos los Abierto de Estados Unidos de 1999 y de 2009.
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