Freetown (AFP) – Los aproximadamente 500 habitantes de Masesbe, una aldea sierraleonesa donde había reaparecido recientemente el virus ébola, celebraban el sábado la finalización de la cuarentena que les fue impuesta 21 días atrás para evitar la propagación del virus.
Según un comunicado difundido el sábado por las autoridades, el presidente, Ernest Bai Koroma, cortó el viernes la cinta amarilla que rodeaba al poblado, poniendo fin a la cuarentena más masiva -en proporción al número de habitantes- decretada desde el comienzo de la epidemia.
“Ningún aldeano dio positivo” por ébola, afirmó el sábado un responsable del ministerio de Salud.
En su discurso pronunciado el viernes en Masesbe, pero difundido el sábado por la radio nacional, el presidente saludó “un día especial”. “Solamente dos pacientes (ambos en el distrito septentrional de Bombali) se encuentran en centros de tratamiento en el país”, se congratuló ante los aldeanos que festejaban con algarabía, “¡pero, no deben bajar la guardia hasta que el ébola sea erradicado!, advirtió.
En esta ciudad agrícola, a unos 200 kilómetros de la capital, hace tres semanas se detectó un caso de ébola. Se trataba de un comerciante llegado de la capital, Freetown, quien falleció.
La epidemia de ébola en África occidental ha dejado desde diciembre de 2013 casi 11.300 muertos entre los casi 28.000 casos de contagio en Guinea, Sierra Leona y Liberia, principalmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más del 99% de las víctimas mortales se registró precisamente en estos tres países.