El primer incidente ocurrió durante la tarde del 21 de julio cuando un camión con remolque se acercó al punto de control en la Autopista Interestatal I-35 en Texas. Los agentes de la Patrulla Fronteriza descubrieron a 58 indocumentados en la segunda revisión realizada al vehículo.
Entre el grupo hay inmigrantes oriundos de México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Todos fueron detenidos junto al conductor, un ciudadano estadounidense.
Durante la investigación se determinó que un ciudadano mexicano que estaba en el grupo de arrestados tenía una condena previa por el cargo de asesinato en Houston, Texas.
La institución dijo que este hombre podría enfrentar una pena de hasta 10 años por reingresar de forma indocumentada al país.
Pocas horas más tarde agentes fronterizos del Sector Laredo, junto a otras agencias de seguridad, realizaron un operativo de seguimiento en una casa de seguridad.
Inicialmente los agentes detuvieron a una furgoneta que transportaba a cinco indocumentados. El vehículo había salido de la casa que estaba siendo vigilada.
Posteriormente hicieron una redada en la vivienda, donde encontraron a 46 personas, incluido un meno.
Entre los detenidos en el operativo se encontraban mexicanos, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos.
Este martes, también agentes fronterizos en el Valle del Río Grande también arrestaron a 22 extranjeros tras desarticular cuatro intentos de ingresar a los inmigrantes.
En el comunicado la corporación resalta que “a pesar de la amenaza de la pandemia de COVID-19, los contrabandistas continúan poniendo en peligro la vida de las personas que explotan”.
“Su falta de preocupación con respecto a quién traen al país representa un gran riesgo para la salud y la seguridad de nuestra nación”, agregó.