Santa Cruz de La Palma (España), 10 nov (EFE).- Los científicos que siguen la evolución del volcán español de La Palma están pendientes de si el incremento de la sismicidad profunda y la emisión de dióxido de azufre (SO2), que ayer arrojó un valor de entre 31.000 y 43.000 toneladas, es un repunte puntual o rompe la tendencia decreciente que venía mostrando y se está reavivando.
Francisco Prieto, portavoz del comité de dirección del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), habló hoy de “un pequeño repunte” en dos de las variables que permiten analizar el estado de salud del proceso eruptivo, y señaló que desde hace tiempo vienen avisando de esta posibilidad.
Al hilo de lo anterior, María José Blanco, portavoz del comité científico, recordó que desde hace semanas vienen advirtiendo de la probable ocurrencia de terremotos sentidos, y añadió que dentro de una fase de “estabilidad” el sistema tiene capacidad de reajustes que pueden provocar esta sismicidad “bastante grande en número y magnitudes”.
En cuanto a la evolución de las coladas, Francisco Prieto explicó que la lava en principio sigue rellenando y haciendo crecer en superficie la número 2, la que ha llegado hasta el mar en la playa de los Guirres, y probablemente acabe habiendo un relleno entre las coladas 1 y 9 en los próximos días.
Mientras los científicos continúan estudiando la evolución de la erupción volcánica, las administraciones siguen estudiando cómo devolver la conectividad en esta zona de la isla, cuyas vías de comunicación se han visto afectadas.
La colada que ayer llegó a la playa de Los Guirres, y esta madrugada al mar, impide el acceso a los agricultores y trabajadores a las fincas del barrio de La Bombilla, ya que las carreteras habituales están sepultadas por las coladas del Cumbre Vieja.
Un barco de la Armada española colaborará en el transporte marítimo de agricultores a sus fincas de plátanos para que puedan realizar labores de mantenimiento, debido a los cortes de carretera provocados por el volcán.
La mejora en la calidad del aire ha permitido hoy la vuelta a las clases presenciales de unos 5.000 alumnos de los municipios del Valle de Aridane y de Tijarafe y Puntagorda, aunque con la recomendación de evitar las actividades en el exterior y limitar las actividades físicas a 30 minutos.
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