Milwaukee (EE.UU.), 26 ago (EFE).- Los Cerveceros y los Rojos de Cincinnati decidieron no jugar esta noche el partido programado de la Liga Nacional en el Miller Park, de Milwaukee, en protesta por la acción en la que Jacob Blake, un afroamericano de 29 años, recibió siete disparos en la espalda por parte de un policía.
Más equipos también están discutiendo la posibilidad de no jugar, entre los que se encuentran los Marineros de Seattle, que tienen la mayor cantidad de jugadores negros de cualquier equipo en las Grandes Ligas, pero la oficina del comisionado no ha dado a conocer ninguna información oficial al respecto.
El Wall Street Journal informó por primera vez que los Cerveceros y los Rojos no jugarán este miércoles por la noche.
Los tres partidos de la primera ronda de playoffs de la NBA que se tenían que disputar este miércoles en la ‘burbuja’ de Orlando también fueron aplazados.
Los jugadores de los Packers de Green Bay, de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), también se reunieron tras el tiroteo en el que Blake resultó herido de gravedad el domingo pasado cuando iba a ser arrestado y se quiso meter en su vehículo por la puerta del conductor.
Blake recibió los balazos de la policía cuando intentaban detenerlo y arrastró al agente que lo sujetaba por el brazo hasta la puerta.
En el interior del vehículo se encontraban tres de sus hijos.
El video de la acción de detención y el tiroteo se distribuyó en las redes sociales, aunque sin que se pudiese escuchar el contenido del intercambio de expresiones que se dieron entre Blake y los agentes de policía.
El partido de Cerveceros y Rojos se pospuso después de que los Cerveceros se reunieran luego de la postergación, más temprano, de tres juegos de playoffs de la NBA.
El relevista estrella de los Cerveceros, Josh Hader, dijo a los periodistas antes de la reunión que la decisión de los Bucks era “una posición enorme”.
Hader destacó que “es más que un deporte. Este es un momento en el que realmente no tenemos que quedarnos callados y fortalecer nuestras voces”.
Un abogado de la familia declaró el martes que Blake está paralizado y que “haría falta un milagro” para que volviera a caminar.