Miami, 27 sep (EFE).- Los cayos de Florida, una cadena de islas entre EE.UU. y Cuba suspendió un destino turístico internacional, comenzó este martes a sentir la lluvia de las bandas externas del huracán Ian, que se dirige hacia la costa oeste floridana.
La mayor amenaza para los cayos es la marejada ciclónica que puede elevar el nivel del mar entre dos y cuatro pies (hasta 1,2 metros) y causar inundaciones en zonas costeras habitualmente secas, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos.
Además, todos los cayos están bajo una amenaza de tornados.
El Servicio Nacional Meteorológico de Cayo Hueso alertó en su portal que los tornados pueden ser extremadamente peligrosos y solicitó a la gente que se refugie en lugares seguros, como una habitación sin ventanas, o acudan al refugio habilitado por las autoridades.
El martes aeropuerto internacional de Cayo Hueso canceló todos los vuelos de llegada y salidas previstas para este debido a Ian, y lo mismo el de Marathon, un cayo situado más cerca del territorio continental de Florida, según información en sus respectivas webs.
El Departamento de Policía de Cayo Hueso aconsejó a la población evitar manejar automóviles, debido a que “muchas zonas bajas de la isla están inundadas”.
Solo uno de los cayos, Dry Tortuga, el más occidental y cuya única población permanente está compuesta por cuidadores de un parque nacional y de un fuerte del siglo XIX, hoy cerrados al público, está bajo aviso de huracán.
El resto está bajo aviso de tormenta tropical, lo que significa que las condiciones serán al menos en teoría menos peligrosas.
Ian, cuarto huracán formado en 2022 en la cuenca atlántica, tocó tierra en el occidente de Cuba esta madrugada con vientos de categoría 3 y va a emerger sobre el Golfo de México, donde sus vientos se intensificarán antes de enfilar hacia la costa oeste de Florida como “un peligroso huracán mayor”, según el NHC.
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