Los atletas llevan la pasión por el deporte a su propia piel

Pekín (AFP) – Si en el atletismo a veces una competición es cuestión de segundos o centésimas de segundo, otras decisiones son para toda la vida, como los tatuajes con los que algunos adornan su cuerpo y con los que exteriorizan, sobre todo, tres pasiones: su familia, su país y el deporte que tanto aman.

Entre los atletas latinoamericanos que están participando en el Mundial de Pekín-2015, uno ha destacado claramente por los numerosos tatuajes que ha ido grabando en cuerpo, Gerald Giraldo, eliminado en la primera ronda de los 3.000 metros obstáculos.

El joven colombiano tiene varios muy visibles, aunque destacan sobre todo destacan los del pecho, con el rostro de sus padres, a los que ve mucho menos de lo que desearía, por lo que decidió llevarles en su propia piel. “En el pecho llevó a mi papá y a mi mamá. Salí hace ocho años de mi pueblo natal para prepararme y los veo muy poco. Están lejos, a unas ocho horas (por carretera), así que los veo una o dos veces al año”, explicó a AFP en el Estadio Olímpico de Pekín.

En el brazo derecho lleva una imagen de Jesucristo, “que me da suerte y me protege” y, en el resto del cuerpo, otros “símbolos de la competencia, guerreros y otras cosas de esas”.

El venezolano Alberth Bravo, eliminado en la primera ronda de los 400 metros planos pero que todavía tiene pendiente de competir en los relevos 4×400 metros, es otro de los que más adornan su cuerpo.

El primero se lo hizo a los 14 años. “Es un corazón, lo vi en una revista y me gustó. Fue algo más de rebeldía que de consciencia”, admite.
El resto tienen que ver con su carrera deportiva, especialmente la imagen del personaje Iron Man, el personaje de cómic adaptado al cine y que es su apodo. “Es Iron Man, así me llaman en Venezuela, el ‘Hombre de Hierro’. Fue porque yo hacía salto largo, vallas, 400, salto largo… En una competencia lo hice todo y la gente decía que no me cansaba. Me gustan los tatuajes, me gusta el personaje y me gusta el apodo”, cuenta.

En el brazo derecho lleva el logotipo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), porque “es el deporte que amo”, y en uno de sus gemelos se tatuó los aros olímpicos con una ‘V’ de Venezuela y la bandera nacional. En recuerdo a los Juegos de Londres-2012, donde formó parte del equipo de relevos que se clasificó para la final.

– Tarde para arrepentirse –

Tatuarse la bandera nacional es algo que también decidió el puertorriqueño Javier Culson, que la lleva en uno de sus brazos, también junto a unos aros olímpicos. Fue sin embargo una de las grandes decepciones latinoamericanas de esta edición, al quedar fuera de la final de los 400 metros vallas.

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Sin embargo, la decisión de hacerse un tatuaje es algo que puede provocar, años después, un cierto arrepentimiento.
Es lo que le ocurrió en parte al marchista ecuatoriano Andrés Chocho, que siendo muy joven se tatuó en el brazo un símbolo tribal y que ahora no recuerda bien por qué lo hizo. “Es diseño mío. No tiene significado, era de una época juvenil. Hace mucho ya“, reconoce.

Lo que no se ha podido ver ni se podrá ver en la pista del Mundial de Pekín-2015 es uno de los tatuajes más emblemáticos y especiales del deporte latinoamericano, la ‘S’ de Supermán que lleva en el brazo el campeón olímpico dominicano Félix Sánchez en honor al superhéroe que le brinda su apodo. Habrá quizás que esperar a los Juegos de Río-2016 para ver a ‘Supermán’ volar de nuevo en los 400 metros vallas, ya con casi 39 años.

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