Los Ángeles (EE.UU.), 16 nov (EFE).- Los innumerables eventos semanales y el enorme flujo de visitantes hacen de Las Vegas (Estados Unidos) una ciudad cuyo pulso apenas se altera con la celebración de eventos internacionales, pero la situación es distinta a falta de un día para los Latin Grammy 2023.
Los destellos de las máquinas tragaperras y las mesas de ruleta custodiadas por serios “croupiers” coinciden en el espacio y tiempo con personalidades de la música latina que en las últimas deambulan por el conocido hotel Mandalay Bay, el “resort” de la capital del pecado aclamado por su playa artificial.
“No sabía que los Latin Grammy eran ya esta semana”, reconoció David Green, un habitante de Las Vegas ataviado con la camiseta del equipo local de fútbol americano -Los Angeles Raiders-, en declaraciones a EFE desde la zona de máquinas recreativas de dicho establecimiento.
En contraposición, a escasos metros de este, los mexicanos Juan Cruz y Roberto Hernández, llegados a la ciudad más poblada de Nevada procedentes de México DF para disfrutar de sus vacaciones, se emocionaron por la 23ª edición de los Latin Grammy, el evento más importante de la musica latina a nivel internacional.
“Hemos venido a pasarlo bien pero teniendo en cuenta que encajaba con esta gran fiesta. Solo esperamos que Bad Bunny sí pueda acudir para poder verlo en persona”, coincidieron estos amigos reflejando el sentir de gran parte del público, pues aún es una incógnita si el puertorriqueño estará presente en la gran cita del jueves.
Benito Martínez Ocasio, nombre real del artista, ha liberado su agenda para el día de los Latin Grammy y solo tiene previsto un concierto para hoy en Quito (Ecuador) y otro el viernes en Medellín (Colombia), pero su presencia aún no está confirmada .
El autor del exitoso disco “Un Verano Sin Ti” figura como principal favorito en los Latin Grammy tras ser el más nominado de esta edición con 10 candidaturas y ser seleccionado este mismo martes por primera vez en su carrera en la categoría general de mejor álbum del año en los Grammy.
Solo la cantante española Rosalía y el también puertorriqueño Rauw Alejandro, con 9 y 8 nominaciones respectivamente, podrían ensombrecer la noche de “El Conejo Malo”, como lo conocen popularmente sus seguidores.
En pleno compás de espera para ratificar la asistencia de Bad Bunny, en la jornada del martes ya se realizaron eventos paralelos de promoción de los Latin Grammy en los que intervinieron Anitta, Luis Fonsi, Laura Pausini y Thalia, quienes harán las veces de presentadores de esta edición.
Por su parte, el cantautor mexicano Marco Antonio Solís también se prodigó en los aledaños del Mandalay Bay en un encuentro con periodistas previo a su homenaje en la categoría de Persona del Año de esta entrega.
“Todo lo que venga en esta gala es bienvenido. Yo llego con total gratitud y para mí ya está bien”, seguro a EFE “El Buki”, ganador del gramófono latino en cinco ocasiones y quién también se postula ahora en el apartado de mejor álbum de música regional mexicana con su trabajo discográfico titulado “Qué Ganas de Verte”.
Una postura que compartió el colombiano Camilo, nominado este año a 6 categorías, y que afirmó a EFE que “ya es un halago y un premio” haber sido reconocido por “un trabajo de equipo”, refiriéndose así a su disco “De Adentro Pa ‘fuera”.
La dualidad que vive la ciudad de Las Vegas en las vísperas de los Latin Grammy quedó reflejada en el concierto que concedió el martes por la noche Maná para sorpresa de un reducido grupo de espectadores improvisados.
“Hace unos días estamos en México dando un show ante 60.000 personas y ahora estamos celebrando la vida aquí con poca gente, porque así es la música y nos encanta”, manifestó el vocalista del histórico grupo de pop rock mexicano, Fernando Olvera, desde el escenario en un entorno plagado de carteles anunciando la celebración de los Latin Grammy.
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