01/31/2017. Mike Bass, portavoz de la organización, señaló que han pedido mayor información al Departamento de Estado sobre la restricción migratoria que podría impactar en sus programas dentro y fuera de Estados Unidos.
La Asociación Nacional de Basquetbol (NBA) ha contactado con las autoridades estadounidenses para analizar el posible impacto en su organización del decreto sobre inmigración aprobado este viernes por el presidente Donald Trump.
“Hemos contactado con el Departamento de Estado y estamos en proceso de recabar información para entender cómo esta orden ejecutiva se aplicaría a jugadores de nuestra Liga que son de uno de los países afectados”, señaló en un comunicado el portavoz de la NBA, Mike Bass.
Bass recordó que la NBA es una competición “global” y dijo que está “orgullosa de atraer a los mejores jugadores de todo el mundo”.
Dos jugadores de la NBA, Thon Maker de los Milwaukee Bucks y Luol Deng de Los Angeles Lakers, son originarios de Sudán, uno de los siete países afectados por las medidas de la Casa Blanca.
Maker jugó la noche del viernes en Toronto y pudo regresar a Estados Unidos sin incidentes, aunque ese día comenzó a aplicarse ya la orden ejecutiva, según informó su equipo.
La NBA teme que Thon Maker y Luol Deng puedan tener problemas con el ‘decreto Trump’ por su origen sursudanés
Además de jugadores potencialmente afectados, la NBA mantiene un programa llamado “Baloncesto Sin Fronteras”, que identifica talentos en el extranjero y que ha facilitado por ejemplo a jóvenes sudaneses permisos para jugar en institutos y universidades de Estados Unidos.
La orden de Trump suspende durante 90 días la concesión de visados y prohíbe la entrada a todos los ciudadanos de Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen hasta que se adopten nuevos procesos de escrutinio, al tiempo que frena todas las acogidas de refugiados durante 120 días y las de sirios de forma indefinida.
Apenas un día después de comenzar a aplicarse, una jueza federal bloqueó este sábado parte de la medida, decretando que los refugiados u otras personas afectadas por la orden y que han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportados a sus países.
Varios jugadores y entrenadores de la NBA, incluidas estrellas como LeBron James y leyendas de los banquillos como Gregg Popovich (San Antonio Spurs) han expresado en los últimos meses su oposición frontal a muchas de las ideas de Trump.
Tras la aprobación de la orden sobre inmigración, Rondae Hollis-Jefferson, jugador de los Brooklyn Nets, criticó con dureza la medida en declaraciones que recogen varios medios estadounidenses.
Hollis-Jefferson, quien es musulmán, aseguró que es “desgarrador” ver el impacto de estas medidas en muchas personas: “no se puede juzgar a todo un grupo por las acciones de uno. Siento que esto no es correcto”.
Steve Kerr se suma a las críticas. El último en rechazar esta medida antiimigrante ha sido Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, cuyo padre fue asesinado en un atentado terrorista de extremistas islámicos.
“Combatir el terrorismo desterrando a la gente va en contra de los principios de nuestro país“, indicó Kerr. “Crear miedo puede provocar ira y terror, así que estoy en contra de esto”.
Kerr se solidarizó con las personas afectadas por esta decisión: “Lo siento por esas familias afectadas, me parece una idea horrible y me preocupa lo que esto pueda significar para la seguridad mundial”.
