10/7/2017. Venezuela.- Este viernes la Asamblea Nacional (AN) que durante todo 2017 ha ofrecido el índice inflacionario en ausencia de información oficial del Banco Central (BCV), informó que la inflación acumulada en Venezuela hasta septiembre de este año alcanzó el 536.2 por ciento.
En el cálculo de septiembre incidió que el gobierno nacional dejó de cotizar dólares en el mercado DIPRO y DICOM (divisas controladas por el Ejecutivo a diferentes tasas de cambio) cerrando totalmente la oferta de divisas, acelerando la depreciación del tipo de cambio y, con ello, el aumento de los precios de productos y servicios”, explica el texto.
Citado en la nota, Alvarado destacó que la aceleración de la inflación es consecuencia directa de la aplicación del modelo socialista que ha llevado a que las familias destinen más del 80 por ciento de sus ingresos a comprar alimentos.
El Banco Central ha guardado silencio desde 2016 acerca de las cifras oficiales de inflación, Producto Interno Bruto (PIB) y escasez en el país caribeño.
El parlamentario además señaló que el financiamiento del Banco Central de Venezuela a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) también incide en la aceleración de la inflación, además de ser ilegal e inconstitucional.
Debido a que el BCV lleva más de un año sin publicar la inflación y otros indicadores del país, la AN decidió en enero pasado informar el índice de precios al consumidor para así ofrecer mensualmente datos sobre la inflación.
Para ello se definió una canasta de bienes y servicios representativa del consumo del venezolano, de acuerdo a la información suministrada por la ‘IV Encuesta de Presupuestos familiares’ realizada por el INE” (Instituto Nacional de Estadísticas)”, añade el informe.
Según el BCV la inflación en el país caribeño cerró 2015 en 180.9 por ciento, y esta es considerada por el Gobierno de Nicolás Maduro como un problema inducido por una “guerra económica”, y culpan a empresarios y opositores de la grave crisis que atraviesa la nación petrolera.
Pero, a los problemas que enfrentan a diario los venezolanos para conseguir alimentos, medicinas y otros bienes básicos, se suma el de la escasez del efectivo.
“Como si no fuera suficiente los problemas que tenemos, ahora ni billetes se consiguen”, comentó el relojero Roberto Granadillo.
“Ahora como no hay casi dinero, la gente utiliza lo poco que consigue para la comida”, dijo el venezolano de 37 años.
La falta de bolívares ha forzado a muchos a hacer largas filas afuera de los bancos varias veces a la semana para tratar de hacerse del mayor efectivo disponible.
Otros optan por el trueque de alimentos o servicios, o realizan transferencias bancarias al comprar pan o pagar una taza de café, para evitar usar billetes.
Ayer hice cerca de una hora de cola y solo me dieron 10 mil bolívares”, expresó resignada María Castillo, una camarera de un hospital público de 70 años sobre los billetes que recibió, equivalentes a sólo tres dólares.
Con eso solo compré un paquete de arroz”, añadió la mujer mientras aguardaba en una fila a las afueras de un banco del centro de la capital.
Aquí estoy de nuevo haciendo otra cola para que me den lo mismo”.
Para comprar un kilo de arroz se necesitaban unos 8 mil bolívares a inicios del año; hoy, cuesta entre 17 mil 500 y 20 mil bolívares.
Las autoridades venezolanas sostienen que la falta de billetes se debe a “mafias” que sacan el papel moneda del país para buscar dañar la economía nacional, aunque no han presentado pruebas precisas.
En un intento de enfrentar la escasez, el gobierno del presidente Nicolás Maduro evalúa emitir billetes de mayor denominación para hacer frente a la desbocada inflación, que los analistas sostienen es la principal responsable de la escasez de dinero en efectivo.