La bachata, el ritmo romántico y danzante que conquistó a los brasileños, tiene en la ciudad de Sao Paulo su principal epicentro en el país, con discotecas, eventos, fiestas y escuelas de baile dedicadas al género de origen dominicano.
La mayor ciudad del país con su vocación de acoger inmigrantes y visitantes de todo el mundo, muchos de ellos hispanoamericanos, torna más fácil la difusión de la bachata, surgida en la década del cincuenta en República Dominicana conviviendo por muchos años con el estigma de ser considerada como un ritmo «vulgar» y raramente difundido en los medios.
La difusión de la bachata tomó fuerza en los noventa y en 2019 conquistó el reconocimiento como Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad por la Unesco entró a Brasil con el trabajo de profesores, coreógrafos y bailarines, como la pareja de Laura y Rodrigo Piano.
El matrimonio de la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de Sao Paulo, recibió la distinción de agentes culturales de la bachata por parte de la Unesco.
Los Piano contaron a Notistarz que ambos conocieron la bachata en 2004, pero en diferentes momentos y cuando no estaban juntos: Rodrigo en las discotecas y la televisión en España y Laura a través de un profesor de danza.
En 2005, Laura y Rodrigo se conocieron en una escuela de baile y para 2006 ya comenzaron a enseñar la bachata a los alumnos de ritmos latinos
Entre 2008 y 2009 recibieron la «inspiración» de Ataca y La Alemana, la pareja famosa del cine y los videos de baile, integrada por el puertorriqueño Jorge Burgos y la alemana Tanja Kensinger, y fundaron la academia Attitude Escola de Dança, que en 2011 lanzó la versión oficial brasileña de una coreografía de sus mentores internacionales.
La presentación fue en 2011 en el tradicional Baile dos Aquarianos del Club Homs para 3.000 personas y «ante grandes nombres de la danza de salón de Brasil, recordó Rodrigo.
Apenas llegando a Brasil, artistas del género popular sertanejo, un ritmo «primo» de la música country y ranchera, han apostado por grabar en bachata, como Pablo, Gusttavo Lima, Lucas Lucco, Vina Calmon, Henrique & Juliano y Gustavo Miotto.
El proprio Gusttavo Lima ya fue homenajeado en 2020 por la Embajada de República Dominicana por promover la bachata en Brasil.
No obstante, Los Piano -como se presenta la pareja- consideran que todavía «faltan incentivos» de la industria musical en Brasil para el impulso definitivo de la bachata porque «el mercado tiene potencial» y se ha fortalecido con las presentaciones de los estadounidenses Romeo Santos, Prince Royce y Daniel Santacruz.
El DJ Serginho Santos, «DJ Love», que desde 2015 comanda la segunda pista de baile del Café Velho Pietro, lamentó que no existan discotecas de sólo bachata, que convive con otros ritmos latinos como la salsa, la cumbia, el merengue, el reggaetón y los géneros brasileños.
Ante la falta de discotecas, el ritmo se abre espacio con eventos como el congreso Soul de Bachata del productor Phelipe Bastos, los bailes mensuales de La Noche de la Bachata del DJ Pakito, los eventos callejeros del movimiento Bachata Libre liderado por el boliviano Ever Quitty y los encuentros promovidos por el también profesor boliviano Rolando Miranda.
La ciudad de Osasco, también en la región metropolitana de Sao Paulo, cuenta con otro movimiento importante de bachata en el país.
Ese auge llevó a que los brasileños Larissa Oliveira y Robison Silva se tornasen el año pasado como campeones mundiales en la categoría Cabaret del The Summit Championship de Miami.
Por: Angélica Pellicer Fotos/ Prensa / Bachata Fuente: Agencia Notistarz/ AP
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