Las Vegas (EE.UU.) 17 nov (EFE).- Aunque el éxito comercial de la industria de la música latina en la actualidad es algo innegable, el cantautor argentino Fito Páez se cuestiona la trascendencia que esta etapa tendrá en un futuro para las nuevas generaciones.
“No sé qué tan representativa de la historia latinoamericana es la música que hoy tiene como suceso, creo que hay un gran debate y una gran esperanza”, contó el autor del tema “Dar es dar” en entrevista con EFE desde Las Vegas en vísperas de la celebración de la 23ª edición de los Latin Grammy.
Desde su punto de vista, los artistas de hoy en día deberían revisar el trabajo que músicos latinos realizaron con anterioridad, ya que dicho ejercicio podría abrir nuevas perspectivas en el futuro sonoro de la región.
“La música no empezó hoy o hace diez años, y me parece que es uno de los impulsos que pueden destapar un gran futuro para la música en castellano”, argumentó.
El artista rosarino expresó abiertamente su “añoranza” por lo que definió como el “edificio majestuoso” que fue la escena musical del siglo XX, gracias a exponentes como Armando Manzanero, Frank Sinatra, Quincy Jones, Luis Alberto Spinetta o Violeta Parra.
No obstante, el argentino se mantiene optimista al pensar que en la música “va a pasar algo” porque estamos en “una estimulante época de revoluciones”.
Por otra parte, el músico apodado popularmente como “El trovador del rock argentino” confesó que, tras más de 40 años de carrera, aún conserva su pasión por seguir estudiando y profundizando en la que para él es la fase última del proceso creativo: la interpretación.
“Cada día me dan ganas de levantarme, bañarme, cepillarme los dientes e irme al piano a ver qué nuevas cosas podemos inventar estudiar o aprender”, relató a EFE el artista para añadir que la música es “un lenguaje infinito”.
“Solo tienes que dedicarte, fallar un montón de veces y hacer todo el trabajo diario de investigación y composición”, consideró Páez.
REINVENTANDO EL PASADO
Después de que en 2021 hubiese sido reconocido con el Premio a la Excelencia Musical por la Academia Latina de la Grabación, este año Páez fue uno de los encargados de entregar el mismo galardón al bajista mexico-americano Abraham Laboriel, a quien dijo admirar y al que definió como un “titán del jazz”.
Además, el compositor volvió a ser nominado a los Latin Grammy, cuya próxima edición se llevará a cabo este jueves, en las categorías a mejor canción de rock por “Lo mejor de nuestras vidas” y a mejor álbum de pop/rock por “Los años salvajes”.
La celebración de esta fiesta de la música latina es fundamental para Páez, quien ve en la Academia una institución que “acompaña y difunde los procesos musicales del mundo iberoamericano”.
“Asimismo, supone un reencuentro entre amigos artistas con charlas e intercambio de visiones para ver si nuestros caminos se cruzan”, explicó el ilustre rockero anunciando que acababa de cerrar una nueva colaboración.
“Hace 10 minutos he estado con Rosario Flores y ha salido algo juntos que yo no tenía en mente; este tipo de cosas suceden aquí”, dijo el también nominado a un Grammy americano para su 65ª edición, que se llevará acabo el 5 de febrero en Los Ángeles.
Páez también se encuentra de fiesta gracias a los 30 años que cumple uno de sus discos más exitosos, “El amor después del amor”, un material muy querido por el público y el cual renovó para dicho aniversario.
“Reversionarlo fue hermoso y un acto de perversión absoluta. Quedó irreconocible; es un álbum completamente diferente y que solo mantiene la letra y la melodía original, todo lo demás te diría que está prácticamente violado”, aseguró.
El disco originalmente lanzado en 1992 fue un trabajo íntimo resultado de las reflexiones de una época oscura que el autor atravesó después de que su carrera musical ya estuviera consolidada gracias a colaboraciones junto a los referentes del rock en español Charly García o Luis Alberto Spinetta.
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