01/11/2017. Ante el cambio de titular en el Ministerio de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, varios grupos proinmigrantes demandaron al nuevo ministro Ahmed Hussen, un exrefugiado somalí, mayor apertura en materia migratoria.
Hussen, un abogado y activista social Ahmed Hussen, representante de un distrito de Toronto, nació y creció en Somalia, pero ingresó a Canadá como refugiado en 1993.
El nuevo ministro fue presidente del Congreso Somalí-Canadiense y cofundador del Consejo Comunitario Regent Park, región en la que habitan unos 15 mil canadienses y donde impulsó proyectos de revitalización.
Su perfil como refugiado alentó a diversas organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes a demandar que el gobierno canadiense “asegure la permanencia y movilidad de los inmigrantes”.
En un comunicado, grupos como la Coalición por los Derechos de los Trabajadores Migrantes en Canadá, Migrante Canadá y la Asociación de la Costa Oeste de Trabajadoras Domésticas, denunciaron que 1.2 millones de personas en el país viven con permisos de inmigración “temporales y precarios”.
Indicaron además que muchos permisos laborales están restringidos a un solo empleador y, por tanto, no pueden ejercer sus derechos plenos.
Los grupos explicaron que miles de trabajadores temporales están condicionados a un solo empleador, lo que los coloca en desventaja porque no pueden cambiar de empleador, ganan bajos sueldos y, en algunos casos, enfrentan condiciones laborales peligrosas.
“Aprovechar este potencial económico infrautilizado y garantizar que Canadá cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos requiere la apertura de permisos de trabajo y la concesión de residencia permanente” a los migrantes entrantes, los indocumentados y los que ya están en el país, afirmaron las organizaciones.
Se estima que en Canadá hay alrededor de 500 mil inmigrantes indocumentados y 73 mil 69 trabajadores extranjeros temporales.
Asimismo, en 2015 había 353 mil 262 estudiantes internacionales, 176 mil 502 personas con permisos de movilidad internacional y 16 mil 109 solicitantes de refugio.
“La mayor parte del sistema de inmigración son inmigrantes indocumentados y temporales, y su precariedad afecta directamente al empleo y a la economía”, sostuvo Syed Hussan, de la Alianza de Trabajadores Migrantes para el Cambio, con sede en Ontario.
“Necesitamos una revisión del sistema, y no sólo retoques. Esto comienza con medidas inmediatas para garantizar el estatus permanente de las familias indocumentadas y los trabajadores migrantes en el país”, agregó.
Concretamente, demandan al nuevo ministro Hussen la creación de un sistema de permisos abiertos para los trabajadores temporales.
De esta manera, “todos los trabajadores en Canadá tendrían los mismos derechos de movilidad laboral”, aseveró Anna Malla, del grupo Caregivers’ Action Centre, que apoya a las niñeras temporales.
Los grupos advirtieron que muchos trabajadores temporales están calificados, tienen experiencia laboral y se han integrado a sus comunidades, pero que al no tener acceso al sistema de residencia permanente se verían obligados a salir de Canadá.
Las organizaciones, agrupadas en la Coalición por los Derechos de los Trabajadores Migrantes en Canadá con representación en seis de las 10 provincias del país, afirmaron que dar residencia permanente a los trabajadores temporales que ya están aquí impulsaría la economía inmediatamente. Notimex