13/09/2016.- Seúl. Estados Unidos desplegó hoy dos bombarderos supersónicos B-1B Lancer sobre Corea del Sur, como muestra de su poderío ante la quinta prueba nuclear norcoreana, llevada a cabo el viernes pasado.
Escoltados por un caza F-15K surcoreano y un F-16 estadunidense, los Lancer sobrevolaron el territorio surcoreano y luego se trasladaron hasta la base aérea de Estados Unidos en la localidad de Pyeongtaek, ubicada a unos 70 kilómetros al sur de la capital surcoreana.
El general Vincent Brooks, comandante de las Fuerzas Armadas Estadunidenses en Corea del Sur (USFK, según sus siglas en inglés) en la Base Aérea de Osan, confirmó el despliegue de los bombarderos supersónicos, en apoyo a Seúl ante la prueba nuclear de Norcorea.
En declaraciones a la prensa, Brooks dijo que el vuelo realizado este martes por dos bombarderos demuestra el compromiso “inquebrantable” de Estados Unidos para proteger a su principal aliado asiático, según un reporte de la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
“Estados Unidos se compromete inquebrantablemente a defender a sus aliados en la región y tomará todas las medidas necesarias para ello, incluidas operaciones como las de hoy, y el despliegue del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD) en la península”, dijo.
El general estadunidense destacó que las demostraciones de este martes tan solo proveen un ejemplo del amplio espectro de capacidades militares en el gran arsenal de su alianza para proporcionar y reforzar la disuasión extendida.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS), general Lee Sun-jin, dijo por su parte que si Corea del Norte continúa desarrollando armas nucleares, Pyongyang se enfrentará a acciones de represalia que “sacudirán la mismísima base de su régimen”.
“Como hemos advertido varias veces, si Corea del Norte continúa su agresivo comportamiento y desarrolla armas nucleares, vamos por acciones de represalias que harán temblar los cimientos de la existencia del régimen”, subrayó.
Los dos generales también dijeron que las fuerzas militares aliadas permanecen preparadas para cumplir sus obligaciones mutuas de defensa contra las amenazas a la seguridad de la península coreana y en toda la región.
El enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, quien se encuentra de visita en Seúl, dijo que Estados Unidos está trabajando con otros países para propugnar nuevas sanciones que hagan que Pyongyang se dé cuenta de que habrá consecuencias “graves” por sus provocaciones.
En los últimos años, la República Popular Democrática de Corea (RPDC), nombre oficial de Norcorea, ha incrementado sus provocaciones bélicas pese a las advertencias de la comunidad internacional y las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).
El viernes pasado, Corea del Norte detonó una ojiva nuclear, la quinta prueba atómica del régimen comunista, que se presume sería la más potente realizada hasta ahora.
Estados Unidos envió el bombardero estratégico B-52 Stratofortress que sobrevoló la Base Aérea Osan, el 10 de enero pasado, cuatro días después de que Pyongyang realizó su cuarta prueba atómica, como demostración de fuerza.
El B-1B Lancer es un bombardero estratégico que alcanza una velocidad match 2.0, el doble de la velocidad del sonido (mil 234.8 kilómetros por hora), es capaz de volar muy cerca del suelo para evitar la detección y puede transportar bombas guiadas convencionales, como el GBU-38. Notimex
