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Estatutos del Partido Republicano impiden echar a Trump de contienda

11/10/2016. A menos de un mes de las elecciones, un número creciente de conservadores influyentes dio la espalda a Donald Trump, incluido el líder de la Cámara de Representantes, pero el Partido Republicano tiene limitantes estatutarias para removerlo como candidato presidencial.

Aunque Trump mantiene el apoyo del presidente del Partido, Reince Priebus, la lista de republicanos de alto nivel opuestos al magnate inmobiliario se ha acrecentado a partir de la divulgación la semana pasada de un video de 2005 donde hace comentarios lujuriosos de las mujeres.

Bajo la Regla 9 de sus estatutos, el Comité Nacional Republicano es la única instancia partidista facultada para llenar las vacantes de las personas nominadas para presidente y vicepresidente de Estados Unidos durante su Convención Nacional, celebrada en julio pasado en Cleveland, Ohio.

Los estatutos sólo establecen dos causas específicas y una genérica como motivo para “llenar” una vacante: muerte, declinación u “otra razón”.

De cumplirse alguno de los preceptos, el Comité Nacional Republicano -integrado por 168 miembros– queda “autorizado y facultado para llenar cualquiera o todas las vacantes… o puede reconvenir a la Convención Nacional con el propósito de llenar tal vacante”.

Aunque prominentes republicanos alzaron la voz el pasado fin de semana para pedir la dimisión de Trump, el millonario estadunidense dejó en claro que bajo ninguna circunstancia declinará, a pesar de que Hillary Clinton ha acrecentado su ventaja en las encuestas en los últimos días.

“NUNCA ME SALDRE DE LA CARRERA, NUNCA ABANDONARE A MIS SEGUIDORES”, tuiteó Trump, con mayúsculas, el sábado pasado.

Pero opositores a Trump enfrentan no sólo un obstáculo estatutario ante la renuencia del magnate a dimitir, sino otros de tipo logístico y político.

Estados Unidos no celebra propiamente una elección nacional sino 50 elecciones estatales y la mayoría de las entidades del país no sólo tiene ya impresas las boletas con el nombre de Trump, sino que algunas ya empezaron a votar a través del procedimiento de voto temprano.

Se estima que casi medio millón de electores estadunidenses han emitido sus sufragios, algunas en persona y otros por correo. Se trata de un procedimiento ideado para personas que tienen calendarizados viajes al extranjero, intervenciones quirúrgicas u otras causas.

Millones de boletas electorales adicionales han sido enviadas a personas que las solicitaron, por lo que un cambio de candidato a estas alturas del proceso electoral supondría un problema logístico mayor para actualizarlas con un eventual nuevo designado.

Bajo un escenario de la remoción de Trump por la genérica “otra razón” contemplada en los estatutos, el Partido Republicano enfrentaría un problema político mayor con los 13.3 millones de estadunidenses que votaron por su candidatura en las elecciones primarias.

Como antecedente, la decisión del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, de darle la espalda a Trump a raíz del video de 2005, detonó airados reclamos de legisladores republicanos.

Una salida forzada del millonario tiene el potencial de causar una fractura general del Partido Republicano, en momentos que lucha por preservar el control de la Cámara de Representantes y del Senado ante el ascenso de Hillary Clinton en las encuestas.

Paul Ryan dejó en claro que su objetivo central es retener las mayorías en el Congreso, por lo que luce improbable que encabece un movimiento para echar a Trump y provocar lo que algunos empiezan a describir como una “guerra civil” dentro del movimiento conservador.

Más aún, desde marzo pasado, cuando algunos republicanos especularon arrebatarle la nominación al millonario Trump si no obtenía el número reglamentario de delegados, Trump advirtió la inminencia de “disturbios” populares. Notimex

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