Washington, 23 sep (EFE News).- Cientos de ciudadanos de distintas partes de Estados Unidos hicieron fila este miércoles para despedirse de la fallecida jueza del Tribunal Supremo del país, Ruth Bader Ginsburg, un icono en la lucha por la igualdad de género, que fue descrita por el presidente de esta corte como una “estrella del rock”, “dura”, “luchadora” y, en definitiva, “una ganadora”.
El féretro de Ginsburg, quien falleció el viernes a los 87 años por complicaciones de un cáncer, llegó a primera hora de la mañana a la sede del Tribunal, situada enfrente del Capitolio de Estados Unidos, donde le esperaban más de un centenar de secretarios judiciales de la corte, vestidos de negro y con mascarillas del mismo color.
Tras esta recepción, se celebró en el interior del edificio una ceremonia para los familiares y amigos más cercanos, a la que también asistieron otros jueces del Supremo, mientras afuera iba creciendo la multitud de personas que aguardaban para dar el último adiós a Ginsburg.
El ESCENARIO DE LA ESTRELLA DE ROCK: LA SALA JUDICIAL
Visiblemente emocionado, el presidente del Supremo, John Roberts, recordó la pasión de Ginsburg por la ópera y cómo acabó convirtiéndose en toda una estrella que ha movido multitudes, incluso a título póstumo.
“Se decía que Ruth quería ser una virtuosa de la ópera pero en su lugar se convirtió en una estrella de rock. Encontró su escenario justo a mi derecha, en nuestra sala judicial”, rememoró.
En ese sentido, Roberts explicó cómo la jueza ha llegado a ser tal ídolo de jóvenes y mayores: “Logró triunfos famosos que contribuyeron a acercar nuestra nación a una justicia igualitaria bajo la ley, hasta el punto de que las mujeres son ahora la mayoría en las escuelas de derecho, no simplemente un puñado”.
El magistrado se refería así a los comienzos de Ginsburg, que solía rememorar cómo, cuando empezó, eran solo nueve mujeres en su facultad.
Una de sus herederas es Bailey Brewer, de 21 años, que se trasladó a Washington DC desde Ohio junto a su padre Ed, de 52 años, para rendir homenaje a la fallecida.
“Realmente ha sido una gran inspiración para mí. De hecho, estoy estudiando para ser abogada, por lo que ha inspirado toda mi carrera y mi camino en la vida”, dijo Brewer a Efe tras hacer fila durante dos horas para aproximarse al féretro en la capilla ardiente instalada fuera del Tribunal, en lo alto de sus emblemáticas escaleras.
INPIRACIÓN PARA JÓVENES Y MAYORES
“La manera en la que luchó por los derechos de las mujeres toda su vida es realmente inspirador, y es lo que me gustaría hacer cuando me gradúe”, agregó la joven.
El féretro se mostrará al público entre miércoles y jueves en el Tribunal Supremo, donde se espera que acuda mañana el presidente estadounidense, Donald Trump, según medios de comunicación.
El viernes se le rendirá tributo en el Capitolio, convirtiéndose en la primera mujer funcionaria en recibir este honor. En 2005, los restos de la activista de derechos civiles Rosa Parks también yacieron en el Capitolio, pero al no ostentar ningún cargo gubernamental,se le concedió ese honor como ciudadana, no como funcionaria.
No hay precedentes en el pasado reciente de que se haya rendido un homenaje por tantos días a un juez del Supremo fallecido, lo que da idea de la dimensión de la figura de Ginsburg, la segunda mujer en la historia en llegar a magistrada del máximo tribunal tras Sandra Day O’Connor.
“HE VENIDO AQUÍ POR MIS NIETOS”
Este miércoles pasó por la corte para darle el último adiós el expresidente que la nominó para el Supremo, Bill Clinton (1993-2001), acompañado por su esposa, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton (2009-2013).
Para Leslie, una profesora de yoga jubilada de 67 años, que viajó a la capital desde Baltimore, Ginsburg ha sido una de las mujeres más importantes “en lo que se refiere a lograr avances por las mujeres y otros grupos”.
“He venido aquí por mis nietos, para que se me tenga en cuenta. Quiero que la gente sepa que la mayoría de nosotros no acepta lo que se está preparando; la mayoría de nosotros no está de acuerdo con lo que se está preparando que ocurra en el Senado”, indicó a Efe, en referencia a la disputa política actual sobre la vacante dejada por Ginsburg en el Supremo.
Y es que el presidente Trump y el líder de los rpublicanos en el Senado, Mitch McConnell, quieren cubrir esta vacante lo antes posible antes de las elecciones del 3 de noviembre, para poder elegir a una jueza conservadora.
“ES FÁCIL TOMAR POR GARANTIZADOS LOS DERECHOS”
La decisión es de gran calado, porque los puestos en el Supremo son vitalicios y, con Ginsburg, había una proporción de cuatro magistrados progresistas frente a cinco conservadores.
Por tanto, si Trump logra la confirmación en el Senado de su nominada -ya ha dicho que hará el anuncio el próximo sábado- la balanza se inclinará aun más hacia la derecha, lo que podría tener repercusiones en asuntos como el aborto, la inmigración y la cobertura sanitaria.
A Heather, una agente de ventas de 44 años, que se trasladó a Washington DC desde Charlotte (Carolina del Norte) junto a su hija Emily, de 15 años, y una amiga, se le quebraba la voz de la emoción cuando hablaba de la pérdida de Ginsburg y la situación actual.
“Es muy fácil dar por garantizados los derechos que tenemos ahora. Todo parece tan natural, pero hace años nosotras ni siquiera podíamos tener nuestra tarjeta de crédito”, reflexionó en declaraciones a Efe, usando unas gafas de sol.
“Por eso creo que es importante que ella (su hija) haya venido conmigo -detalló-. Creo que ella lo capta, pero quiero que entienda que hay gente que ha fallecido por estas cosas y todavía estamos luchando por ellas, porque todavía hay mucha discriminación”. Info, Mi Ciudad TV