El Departamento de Justicia entregó el viernes al Congreso 1.364 páginas de documentos que detallan cómo esa dependencia dio información incorrecta a un senador de Estados Unidos en medio de la controversia sobre la Operación Rápido y Furioso, la fallida iniciativa que tenía por objeto desmantelar las principales redes de tráfico de armas en la frontera suroeste.
En una carta dirigida en febrero a Charles Grassley, el republicano de mayor rango en el Comité Judicial del Senado, el Departamento de Justicia dijo que la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego no había permitido a sabiendas la venta de armas de asalto a un testaferro y que el organismo hace todo lo posible para interceptar las armas que han sido adquiridas ilegalmente.
En relación con la Operación Rápido y Furioso, ambas declaraciones posteriormente han resultado equivocadas.