Suruç (Turquía) (AFP) – El padre del niño sirio de tres años ahogado en Turquía regresó este viernes a Kobane, en Siria, para enterrar a su familia, mientras que los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) reunidos en Luxemburgo intentaban superar las divisiones frente a la crisis migratoria.
Abdulá Kurdi acompañó la caravana que trasladó los féretros de Aylan, de tres años, su hermano de cinco y su esposa de 27 desde el balneario turco de Bodrum (en el suroeste del país) hasta la ciudad de siria de Kobane. Los tres fueron enterrados este viernes en un emotivo funeral, afirmó un testigo a AFP.
La imagen del niño sirio Aylan Kurdi, de 3 años, muerto en una playa de Turquía, se ha convertido en un poderoso símbolo y una formidable herramienta de presión sobre los países de la Unión Europea, divididos sobre cómo encarar la presión migratoria.
La conmoción por este último drama parece haber vencido las resistencias del primer ministro británico, David Cameron, criticado por su falta de implicación en la crisis de los inmigrantes.
En Lisboa, Cameron anunció este viernes que Gran Bretaña está dispuesta a acoger a “miles de refugiados sirios adicionales”. “Frente a la envergadura de la crisis y el sufrimiento de la gente, puedo anunciar hoy que haremos más, acogiendo a miles de refugiados sirios adicionales”, declaró.
– Acabar con las divisiones –
El bloque está dividido sobre cómo responder al flujo de solicitantes de asilo, que desborda las infraestructuras de acogida de varios de sus miembros.
Al llegar a una reunión de dos días en Luxemburgo de ministros de Exteriores de la UE, el alemán Frank-Walter Steinmeier exhortó a los europeos a que cesen las “recriminaciones” y cooperen para responder a la crisis migratoria. “Europa no tiene derecho a dividirse ante semejante desafío. Las recriminaciones no van a ayudar a que este problema sea controlable”, dijo.
Italia o Grecia, en la primera línea frente al flujo de inmigrantes, piden una mayor solidaridad.
La Comisión Europea propone desde primavera un reparto obligatorio de solicitantes de asilo entre los 28. La semana próxima hará nuevas propuestas para que el reparto de los solicitantes de asilo alcance las 120.000 personas. Sin embargo, la tarea no será fácil. Los 28 solo aceptaron en julio un reparto voluntario de demandantes, sin un mecanismo permanente, y propusieron un total de 32.000 plazas.
La división quedó plasmada con el encuentro en Praga, antes de la reunión de ministros en Luxemburgo, de los titulares de la cartera de Exteriores de cuatro países del Este (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa) opuestos a un sistema de cupos.
Para tratar de superar la crispación creciente entre los países europeos, Alemania, que este año recibirá a 800.000 refugiados, y Francia lanzaron el jueves una iniciativa común destinada a “organizar la acogida de refugiados y el reparto equitativo en Europa” de esas familias que huyen sobre todo de la guerra en Siria.
En ese sentido, Merkel abogó por unos “cupos obligatorios” y Hollande por un “mecanismo permanente y obligatorio”. El acuerdo francoalemán pide también “garantizar el retorno de los inmigrantes irregulares a sus países” y ayudar a “los países de origen y de tránsito”.
Desde comienzos de año, más de 350.000 personas han cruzado el Mediterráneo y más de 2.600 murieron al intentar llegar por mar a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
– 200.000 solicitantes de asilo –
Este viernes, la ONU volvió a presionar a los europeos al pedir el reparto obligatorio de al menos 200.000 demandantes de asilo entre los 28 miembros de la UE.
“Se trata ante todo de una crisis de refugiados y no solo de un fenómeno migratorio“, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, afirmando que la gran mayoría de los que llegan a las costas de Grecia proceden de países en conflicto, como Siria, Irak y Afganistán. “La situación exige un esfuerzo común masivo que es imposible con el enfoque actual fragmentado” existente en la UE, añadió.
En Hungría, la situación sigue tensa. Budapest, que construyó una criticada valla de 175 kilómetros para detener las llegadas desde Serbia, decidió este viernes cerrar temporalmente un puesto fronterizo con ese país después de que 300 inmigrantes se evadieran de un campamento situado cerca de la frontera.
En paralelo, cientos de inmigrantes salieron a pie este viernes de la principal estación de ferrocarril de Budapest con rumbo “a Austria”, distante 175 kilómetros, después de que las autoridades húngaras suspendieran el martes los enlaces ferroviarios internacionales.
Por otra parte, la OIM anunció que al menos 30 personas que zarparon desde Libia estaban desaparecidas en el Mediterráneo, después de que la embarcación neumática con entre 120 y 140 personas comenzara a hundirse. Los guardacostas italianos rescataron a 91 personas.
En otro incidente, una lancha de los guardacostas italianos socorrió a una embarcación en dificultades con 106 personas a bordo.