En Puerto Rico más de 5.000 Personas Buscan Refugio Tras los Sismos

Aunque algunos recomiendan que las estancias provisionales deberían ser reubicados a mayor distancia de las zonas que han sido epicentro de los sismos, las autoridades han explicado que es mejor no llevar a los afectados lejos de sus familias y, en cambio, se concentran en las condiciones estructurales de los albergues.

Sigue aumentando la cantidad de personas que buscan refugio tras los terremotos que han ocurrido en Puerto Rico desde el 28 de diciembre y la cifra ya alcanzó las 4.994, según el secretario de Estado de Puerto Rico, Elmer Román. Este número contrasta con el que dio la gobernadora, Wanda Vásquez, en rueda de prensa el 13 de enero, al asegurar que se trata de 4.471.

A pesar de las diferencias en las estadísticas, se conoce que muchos de los afectados llegaron a los albergues tras dejar sus casas por miedo a que colapsaran en una eventual réplica. Por ejemplo, en el municipio de Guayanilla, en el sur de la isla, 600 personas, incluyendo al alcalde Nelson Torres Yordán, durmieron en un refugio tras el sismo del 11 de enero. Entre los refugiados también están quienes perdieron sus viviendas por los movimientos telúricos. Se desconoce el número oficial de cuántas estructuras resultaron afectadas.

Ante la posibilidad de que se registren hechos similares, el geomorfólogo José Molinelli propuso desalojar a los afectados y llevarlos a lugares distantes de los epicentros de los sismos más fuertes que han ocurrido en los últimos días. En efecto, en Guánica, cerca de donde ocurrió el primer terremoto, es donde más refugios hay con 9 de los 29 que existen en todo el territorio puertorriqueño.
A pesar de esto, la gobernadora Vásquez negó que los afectados vayan a ser reubicados. “Ningún refugiado quiere ser movilizado a otro pueblo. No podemos movilizar a estas personas de forma deshumanizada; ellos están bien y rodeados de sus familias”, sostuvo.

En vez de pensar en una reubicación, las entidades oficiales están revisando que los refugios sean resistentes para continuar con ellos, como lo explicó Francisco Bruno Orellano, director del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres en Ponce. La evaluación de si los refugios siguen siendo aptos o no comenzó después de la réplica del 11 de enero, que fue de magnitud 5.9 en la escala de Richter.

Sin embargo, las autoridades están trabajando en canalizar a los afectados de las escuelas y los polideportivos donde están actualmente hacia los cinco campamentos base que tienen las agencias gubernamentales y la Guardia Nacional de Estados Unidos, pero sin moverlos a otras áreas de los isla, como lo afirmó Román.

Esto va en línea con la sugerencia de Kit Miyamoto, comisionado de Seguridad del estado de California, quien viajó a Puerto Rico para ayudar en la crisis. Él consideró que es mejor que los afectados continúen en el sur de la isla.

A la par, organizaciones civiles están armando módulos en los municipios de Peñuelas y Guayanilla para reforzar los protocolos de atención.

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