Barcelona, 4 sep (EFE).- Leo Messi anunció que seguirá una temporada más en el Barcelona, pero si no hay ninguna novedad lo hará sin renovar, y eso origina un panorama contractual que augura nuevas tensiones entre el jugador y el club a medida que avance el año de contrato que le queda.
Su contrato con el Barcelona finalizará el 30 de junio de 2021 y Messi, si persiste en su opinión de que lo mejor para él y para el club azulgrana es separar sus caminos como explicó en la entrevista de ‘Goal.com’, podrá negociar con otros clubes a partir de enero para irse libre en verano.
Entonces el Barça no podrá aferrarse a la cláusula de rescisión de 700 millones de euros ni pretender negociar traspaso alguno y, desde el punto de vista contractual, el jugador argentino tendrá toda la libertad del mundo para informar de su marcha al nuevo club cuando le parezca más conveniente, sin que la fecha del 10 de junio tenga ya seguro ninguna validez.
“Ahora voy a seguir en el club porque el presidente (Josep Maria Bartomeu) me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700 millones, que eso es imposible, y que luego había otra manera que era ir a juicio. Y jamás iría a juicio contra el club de mi vida”, dio Messi como motivo de su continuidad en el Barcelona.
“No vino a causa del resultado de ‘Champions’ ante el Bayern. La decisión llevaba pensándola mucho tiempo. Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra”, añadió el seis veces Balón de Oro.
En 2021 ninguna de estas posturas servirá por parte del club para retener a Messi más tiempo en el Barcelona.
Todo esto tiene lugar con unas elecciones a la presidencia del club convocadas para el primer fin de semana con partido en el Camp Nou después del 15 de marzo y con una moción de censura en marcha.
Así, serán los precandidatos a los próximos comicios quienes tendrán que convencer a Messi de que sus proyectos serán tan ilusionantes como para que el argentino vuelva a desear acabar su carrera de azulgrana.
Otra opción es que la llegada de Ronald Koeman en el banquillo consiga relanzar el proyecto deportivo del Barcelona y que, cuando llegue enero, a Messi se le haya olvidado su pretensión de marcharse. Pero ahora mismo parece una utopía. Info, Mi Ciudad TV
Sergi Escudero