México (AFP) – Autoridades mexicanas investigan un tuit presuntamente del hijo del capo Joaquín “Chapo” Guzmán, fugado en julio pasado de un penal de máxima seguridad, en el que sugiere que su padre estaría en Costa Rica, pero la policía de ese país dice que en México hay una comunidad con el mismo nombre.
El 31 de agosto fue difundido un mensaje en la cuenta de twitter @AlfreditoGuzma cuya autenticidad verifica la fiscalía general y la división científica de la Policía Federal, dijo a la AFP un portavoz de la fiscalía.
“Agustooo aqui ya saben con quien apatoroo”, dice el mensaje difundido con una foto, en la que aparece el supuesto hijo del capo con otros dos hombres comiendo al aire libre alrededor de una mesa.
El rostro de un hombre con bigote y que se parece al líder del cartel de Sinaloa se alcanza a ver solo por la mitad.
Un gran emoticón con una enorme nariz, lentes y bigotes ocultan parte del rostro del que sería el “Chapo” Guzmán, quien se fugó el 11 de julio pasado de un penal de máxima seguridad cercano a la Ciudad de México.
La etiqueta geográfica del mensaje está situada en Costa Rica.
Pero autoridades del país centroamericano sostuvieron que podría tratarse de una comunidad llamada Costa Rica que está situada en el norte de Sinaloa, bastión del capo.
“Eso no es cierto, no tiene que ver con nosotros. Eso es allá en Sinaloa“, dijo a periodistas el director de la Policía Judicial de Costa Rica, Gerald Campos.
El funcionario aseguró que el gobierno de Costa Rica no tiene “información de que este muchacho, el hijo del ‘Chapo’, está en el país. De todas formas hacemos revisión de todos los datos que nos llegan, pero no tenemos algo que nos confirme ese rumor”, de que además el capo esté en su país.
Joaquín Guzmán Loera, quien antes de su aprehensión en febrero de 2014 era considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, se escapó por segunda vez de un penal de máxima seguridad escabulléndose por un agujero en la ducha de su celda que conducía a un túnel de 1,5 km hacia el exterior.
La fuga de Guzmán, de 58 años, líder del cartel de Sinaloa, fue un duro golpe para el gobierno mexicano, que ahora ofrece 3,8 millones de dólares por su recaptura.
