Tucson (AZ), 29 jul (EFE News).- Miles de jóvenes indocumentados enfrentan un futuro incierto y la posibilidad de no poder terminar una carrera universitaria luego de que la Administración del presidente Donald Trump anunciase que no aceptará nuevas solicitudes para DACA, a pesar de la reciente decisión del Supremo.
Jóvenes como Carolina Ramírez, de 18 años y quien el pasado mayo se graduó de UNA escuela secundaria en Arizona, y que sintió como una “cubetada de agua fría” la noticia de que no podrá aplicar por primera vez a la Acción Diferida Para los Llegados en la Infancia (DACA), el programa creado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama.
“Todas mis esperanzas y mis planes, mis sueños se desmoronaron en un segundo, ya tenía pensado hacer tantas cosas”, dijo a Efe Ramírez.
Las esperanzas de Ramírez de “salir de las sombras” revivieron después de que en junio la Corte Suprema Corte frenara el intento de la Administración Trump de eliminar DACA y, como muchos jóvenes indocumentados, esperaba que la decisión le permitiera aplicar a los beneficios del programa federal, que entre otras cosas la ampara de la deportación.
Esta esperanza se desvaneció este martes cuando el Gobierno dijo que no aceptará nuevas aplicaciones al programa de DACA y que reducirá a un año (antes eran dos) la extensión de los permisos de DACA ya existentes.
Desde 2017, cuando Trump anunció sus planes de acabar con DACA, no se reciben nuevas aplicaciones para este beneficio migratorio y ha dejado por fuera a miles de jóvenes indocumentados que cada año se graduan de la secundaria.
DACA no solo los protege de una posible deportación, sino que también les otorga un número de Seguro Social y, más importante aún, un permiso de trabajo.
Ramírez ya tenía prácticamente todo listo para enviar su solicitud y esperaba que al recibir el beneficio de DACA podía trabajar de forma “legal” para seguir sus estudios y terminar una carrera universitaria.
“NOS SENTIMOS UTILIZADOS”
Varios congresistas expresaron este miércoles su frustración por las nuevas directivas durante una audiencia legislativa en la que compareció el subdirector de USCIS, Joseph Edlow, en el Subcomité de Inmigración y Ciudadanía de la Cámara de Representantes.
“Para poder ser amparados por DACA estos individuos tienen que respetar las leyes, tienen que ser estudiantes, muchos de ellos están en primera línea de la lucha contra COVID-19”, dijo el representante Lou Correa, demócrata de California durante la audiencia.
Resaltó que muchos beneficiarios de DACA son los que cultivan, cosechan la comida, otros inclusive son soldados que pelean por los Estados Unidos.
“Nos sentimos atacados, usados y francamente increíblemente cansados del juego que han estado jugando con nuestras vidas”, dijo la activista soñadora y beneficiaria de DACA, Erika Andiola a través de su cuenta en Twitter.
En su opinión, al rechazar nuevas aplicaciones para DACA la Administración Trump claramente está ignorando la decisión emitida por el Tribunal Supremo.
“Aun recuerdo ese sentimiento que fue al tener mi tarjeta de Seguro Social en las manos, muchos ciudadanos no aprecian o no saben el valor que tiene el tener este documento, la frustración de haber sido rechazada de muchos trabajos a pesar de mi educación”, dijo Andiola, quien en 2016 fue parte de la campaña presidencial de Bernie Sanders.
“Lo más duro es ver las caras de desilusión, de temor de estos jóvenes que se están quedando nuevamente fuera de DACA”, dijo a Efe Karina Ruiz, directora de la Coalición del Acta Sueño en Arizona, y quien señaló que su escritorio está lleno de nuevas aplicaciones de jóvenes que estaban listos para enviar su solicitud por primera vez.
“La decisión de Trump es injusta y caprichosa, nuevamente vemos que lo motivan sus intereses políticos y buscar el apoyo de su base conservadora”, dijo la activista.
Tanto Andiola como Ruiz recalcaron la importancia que tendrán las próximas elecciones de noviembre, donde se podría decidir el futuro del programa de DACA.
Diferentes grupos de soñadores aseguran que no se quedaran con los brazos cruzados y seguirán luchando, por la vía legal y en las calles.