Madrid, 2 nov (PL) La Federación Europea de Curas Católicos Casados pidió al papa Francisco eliminar el celibato y apartar la iglesia del esquema centrado hoy de manera férrea en un sacerdote exclusivamente varón, célibe y clérigo.
En un encuentro el fin de semana en Guadarrama, Madrid, los participantes argumentaron que la prohibición de contraer matrimonio es opcional en otras religiones cristianas, fue promulgada en un concilio 1139 y no es considerada un dogma de la Iglesia.
Según cifras manejadas en la reunión, en todo el mundo unos 90 mil sacerdotes se han casado, de un total estimado de 413 mil 418 curas en servicio el año pasado y la aceptación de los primeros es del 80 por ciento en Estados Unidos y 75 por ciento en Europa.
Como el sacerdocio es eterno para la doctrina católica y solo se anula en casos limitados, muchos sacerdotes casados abandonaron los hábitos sin trámites, una minoría pidió el laicado y un grupo menor sigue oficiando con la aprobación de su comunidad.
Las conclusiones del encuentro, en el que participaron un centenar de personas de 15 países, consideran el modelo de cristiandad desfasado, cuando no acabado, y reclaman su renovación para hacerlo más comunitario.
El eje de la transformación, según su propuesta, no está en el cura ni en la jerarquía eclesiástica, sino en comunidades donde sus componentes vivan en igualdad, corresponsabilidad y fraternidad, sin girar en torno a la figura del clérigo.
Para ello proponen elegir y encomendar tareas, servicios y ministerios a las personas más preparadas y adecuadas, sin distinción de sexo ni de estado civil.
El encuentro con el lema Curas en unas comunidades adultas fue convocado para analizar la experiencia de sacerdotes casados y reflexionar sobre cuál debería ser su papel.
La idea partió de una reunión de delegados de la Federación Europea de Curas Católicos Casados en Bruselas, en junio de 2014, a la cual asistieron invitados tres representantes de la Federación Latinoamericana para la Renovación de los Ministerios.