Tucson (AZ), 28 feb (EFE).- La frustración embarga a soldados de la Guardia Nacional desplegados en la frontera con México que critican los objetivos migratorios del gobierno de Texas en medio de condiciones de hacinamiento y demoras en el pago de sus salarios, que como dijo uno de ellos a Efe, que pidió el anonimato, parecen más buscar la publicidad.
Más de 10.000 soldados se encuentran asignados a la vigilancia de la frontera de Texas con México como parte de la Operación Estrella Solitaria lanzada en marzo pasado por el gobernador de ese estado, el republicano Greg Abbott.
“Sólo nos usan para tomar una foto y ‘demostrar’ que están tomando una dura postura ante la inmigración”, aseguró a Efe el soldado, que está desde noviembre pasado en esa frontera.
Subrayó que muchos soldados están frustrados y enojados, sienten que solo los están utilizando como una “pantalla” política, y ni siquiera entienden cuál es el propósito de la misión.
“Los migrantes que son detenidos, son entregados a la Patrulla Fronteriza, procesados, algunos son dejados en libertad y pueden ingresar al país ¿entonces cuál es el propósito de que nosotros estemos aquí?”, se lamentó.
“Es frustrante ver cómo pasan los días, las semanas, inclusive meses y sabemos que en muchos casos nuestras familias nos necesitan más de regreso en casa”, agregó.
“Mi esposa tiene que cubrir la mayoría de los gastos, tiene que pagar guardería y yo aquí sentado viendo cómo sale y se pone el sol, es ridículo”, relató el soldado, que tiene tres hijos.
Lamentó que su familia inclusive ha tenido que recurrir en ocasiones al banco de comida.
Indicó que los soldados se quejan de que sus cheques no han llegado a tiempo y que algunos han recibido menos dinero del prometido.
Según el soldado, algunos de ellos viven en cuartos de hotel, pero muchos están asignados a una campamento en varios tráiler, donde deben convivir entre 20 a 25 personas en cada uno.
“A veces es mejor dormir dentro de tu carro”, dijo el soldado.
Contó que muchos han tenido que poner sus “vidas en pausa”, perder ofertas de trabajo, poner en peligro la estabilidad de sus familias y no entienden ¿por qué?.
FALTÓ PLANEAMIENTO
Un encuesta reciente divulgada por Military Times evidencia esa frustración, pues más de la mitad de 250 soldados entrevistados están descontentos con el planeamiento y la ejecución de la operación.
El 30 % se quejó del tiempo que está tomando su presencia en la frontera y otra cantidad similar mostraron descontento del impacto que está teniendo en sus familias y la pérdida de salarios.
El sondeo se llevó a cabo en enero entre miembros del batallón sur que integra casi por completo el Grupo Expedicionario de Fuerza Aérea 432 que forma parte de la operación.
Este descontento llevó a varios soldados a realizar la semana pasada una primera reunión con el Sindicato de Empleados del Estado de Texas para buscar protección para sus derechos.
El sindicato, que se abstuvo de hablar con Efe, no ha revelado por el momento cuántos soldados de la Guardia Nacional se han afiliado a sus filas.
Por su parte el soldado entrevistado por Efe dijo que aunque considera un “paso positivo” formar parte de un sindicato, aún no está convencido de qué pueda hacer por ellos.
“Lo que se ha dicho es que tratarán de pasar una legislación estatal para proteger nuestros derechos, pero esto tengo entendido no se podrá hacer hasta el próximo año, no creo que nuestras familias puedan soportar tanto”, aseguró.
En enero pasado, en una carta enviada al coronel Daniel Heape, inspector del Departamento Militar de Texas, una docena de congresistas demócratas, entre ellos Verónica Escobar y Joaquín Castro, mostraron preocupación por las “condiciones deplorables” de los soldados y por reportes sobre “baja moral y suicidios”.
La carta se suma a una denuncia de octubre pasado de una veintena de congresistas que criticaron la militarización de la frontera y los costos de la operación, que combina efectivos policiales y tropas de la Guardia Nacional de Texas, y pidieron al Departamento de Justicia investigarla.
SOLDADOS PARA DISUADIR
Abbott lanzó la operación para reforzar la frontera del estado con México y combatir el contrabando de inmigrantes y el narcotráfico.
“Servir en la Guardia no es fácil, ya sea un despliegue en Irak o en la frontera de Texas”, manifestó a Efe Nan Tolson, portavoz del gobernador Abbott.
En respuesta a las quejas Tolson dijo que la misión de la Guardia Nacional es muy clara, la de disuadir y evitar que los inmigrantes ingresen ilegalmente a Texas.
Detalla que hasta el momento la misión ha llevado al arresto de más de 11.200 personas por cometer un delito relacionado con la frontera (que en la mayoría de los casos es una ofensa menor como invasión de propiedad privada o pública) y al decomiso de más de 269 millones de dosis letales de fentanilo.
El gobierno de Abbott ha culpado a la administración del demócrata Joe Biden de la crisis migratoria que se vive en la frontera sur.
Tolson aseguró que el estado está agradecido por el valiente trabajo de los hombres y mujeres de la Guardia Nacional.
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