Pekín (AFP) – Colombia volvió a ser protagonista en el Mundial de atletismo, que se cerro el domingo en Pekín, gracias al segundo título consecutivo para su estrella del triple salto, Caterine Ibargüen, en una edición donde contó con otros dos finalistas (Yosiry Urrutia y Mauricio Ortega) y Eider Arévalo fue séptimo en 20 km marcha.
En el medallero, los colombianos fueron los mejores de Sudamérica, donde sólo otro país consiguió subir al podio, Brasil con la plata de la garrochista Fabiana Murer.
Ibargüen tiene ya 31 años y el país empieza a pensar en posibles relevos que den continuidad a la progresión de su atletismo, pese a que la saltadora antioqueña sigue en plenitud y domina de manera absoluta su prueba en los últimos tres años.
“Mi secreto es la sangre, las ganas de ganar, la responsabilidad que pongo cuando compito. Rio es uno de mis grandes objetivos, Rio es la cereza que le falta al pastel, seguiré trabajando para eso”, declaró Ibargüen después de ganar con 14,90 metros.
Quedó lejos de su récord sudamericano de 15,31 metros, conseguido el pasado año en Mónaco, pero su victoria no peligró y se impuso por vigesimonovena vez consecutiva.
No pierde desde su plata olímpica en los Juegos Olímpicos de Londres-2012. Son ya tres los Mundiales de atletismo en los que Ibargüen, reciente campeona panamericana, sube al podio, dos de ellos a lo más alto.
Su primer metal mundial fue Daegu-2011, un bronce. Aquella cita en Corea del Sur fue la primera en la que Colombia conseguía una medalla en el Mundial de atletismo: días antes del tercer puesto de Ibargüen, el marchista Luis Fernando López se llevó otro bronce en los 20 kilómetros.
En Moscú-2013, Ibargüen consiguió ya su primer oro mundial y ahora revalida su reinado, con la mente puesta ya en Rio de Janeiro.
– Urrutia y Ortega, en finales –
En la final femenina del triple salto de Pekín-2015, Colombia estuvo representada también por Yosiry Urrutia, que terminó en la décima posición, unas semanas después de su bronce panamericano.
En undécimo lugar acabó el joven Mauricio Ortega en la final de lanzamiento de disco, en la que entró por sorpresa.
“Aunque no me gusta presumir por la edad, yo era el más joven de la final. Tenemos mucho por dar. Estoy feliz, demasiado feliz, no tengo palabras. Queda un sinsabor, pero Dios y yo sabemos que estamos felices”, declaró el discóbolo de 21 años.
El otro gran resultado colombiano en Pekín fue el de Eider Arévalo, séptimo en los 20 kilómetros marcha, avisando de sus opciones olímpicas para Rio.
Los otros colombianos que superaron la primera ronda en sus pruebas fueron Rafith Rodríguez (800 metros) y Muriel Coneo (1.500 metros), eliminados en semifinales.
Antes de la competición, el presidente de la Federación Colombiana de Atletismo, Ramiro Varela, había declarado a la AFP que las expectativas eran muy altas y que incluso se podía esperar más de una medalla, apuntando especialmente a las dos competidoras del triple salto.
“Aspiramos a mostrar un gran resultado. El mejor resultado de la historia, si tenemos oro y otra medalla y ojalá algo más”, dijo. La cosecha no pudo ser tan brillante, pero el Mundial de Pekín fue de nuevo histórico para Colombia, que volvió a vibrar con su reina Ibargüen, que vuela hacia un nuevo oro olímpico el año que viene en Brasil.
