Llama demasiado la atención, que el saber quién somos, está relacionado, directamente, con el propósito de vida por el que venimos a este plano terrenal. Este pensamiento se genera en un contexto de creencia dominante, que hace que no te desvíes de tu propósito y que siempre avances para cumplirlo. La mayoría de las personas, sufren sus fracasos permanentes, porque no saben quiénes son.
En algún momento de tu vida Te has preguntado ¿quién eres?
Los mejores ejemplos en la historia de la humanidad sobre este interrogante:
Cuando le preguntaron a Jesús de Nazaret, ¿quién eres? Él respondió: Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Cuando le preguntaron a Gandhi quién es usted, él dijo: Yo soy India.
Cuando le preguntaron a la Madre Teresa de Calcuta, quién es usted, ella contestó: Yo soy porque no haya más hambre en el mundo.
Si respondes: soy Juan Carlos Jaramillo o Carmenza Ruiz, si respondes con tu nombre, es evidente que desconoces cuál es tu propósito de vida, y peor aún no sabes quién eres.
Así que todo en tu vida, será producto del exterior en el que te encuentres, puede ser un trabajo rutinario, una relación de pareja monótona, o no eres un modelo de inspiración para tu familia e hijos y te contentas con exclamar, gracias a la vida al menos respiras.
Esta forma de proceder es para entender que el pensamiento se forma desde la etapa del primer año de vida, hasta los ocho años. La información que introduzcas en un hijo en esa edad, definirá su destino, y quien es él, y él responderá a su yo soy.
De allí salieron los adultos que no han encontrado la felicidad, los que renuncian, los que nunca terminan, los que inician, los que están alejados del bienestar y del nivel de los sueños que quieren vivir.
Por ejemplo, un niño que cometió un error, e inmediatamente recibió una palabra que decía, tú eres pendejo. Ante una dificultad para aprender matemáticas, le dijeron: tú sí que eres bruto, se le cayó algo de sus manos, le gritaron, pon más cuidado bobote, ante un olvido de hacer algo, le dijeron, eres igual a tu tío que no sirve para nada.
Estos mensajes entregados por personas de autoridad como padres o familiares cercanos, formaron en el inconsciente del niño esas creencias, esos pensamientos, donde repetirán las mismas acciones y serán normales.
Pero los resultados serán, emociones negativas, de fracaso, de desamor, de baja autoestima, aspectos que ya en la vida del adulto no las recuerda su parte consciente, pero su inconsciente las automatiza como creencias y pensamientos dominantes creando su realidad actual.
En hipnosis clínica, la terapia de regresiones al niño interior ha permitido suspender de manera temporal la parte consiente, y traspasar la parte crítica para modificar aspectos en el inconsciente del adulto.
Se ha evidenciado que, si los resultados a tu vida no están llegando, muy de la manera que esperas, o peor aún no entiendes por qué suceden cosas que no quieres en tu vida, seguramente son situaciones de tu niñez que marcaron tu vida, no las recuerdas conscientemente, pero son tus resultados actuales, por las sugestiones que implantaron terceros en ti, y eso hizo que no sepas quién eres.
En el poder del quién eres, establecemos que el Yo Soy, es la energía de pensamiento más poderosa para determinar quien eres, y que lo que te diga el mundo exterior no te afecte si va en tu contra, o te fortalezca si este te favorece.
Y aquí viene lo poderoso, al introducirte en el océano infinito del poder del Yo Soy, encuentras todas las razones para que tu mismo interiorices quien eres. Algunos ejemplos que puedes empezar a aceptar por la sencilla razón de que lo eres son:
Soy una persona maravillosa. Yo soy una persona hermosa, yo soy una persona carismática, yo soy el éxito, yo soy todo lo que necesito, yo soy paz, yo soy importante, yo soy un campeón, yo soy abundancia, yo soy el mejor vendedor del mundo, yo soy el mejor profesional, yo soy quien consigue lo que quiere, yo soy estabilidad.
Yo soy la vitalidad en la salud, yo soy un imán para las ideas creativas, yo soy lo que atrae todo lo bueno a mi vida, yo soy todo lo que elijo ser. Aquí solo te escribí unos ejemplos de todo lo que puedes Ser.
Pero debes de empezar a elegir tú quien eres, y cuando lo hagas te darás cuenta de que el Yo soy, nunca se te va a acabar, es infinito, puedes ser lo que quieras, ames y desees.
Por ejemplo, cuando entré a aprender inglés, me dijeron si te aprendes 600 palabras en el idioma inglés, podrás saludar y tener una conversación muy básica en aspectos cotidianos.
Si aprendes 3000 palabras en el idioma inglés podrás tener una conversación más fluida, te harás entender y te expresarás en lo que quieres, para estudiar o trabajar en labores muy básicas, y que para entender perfectamente hablantes nativos debía estar en un promedio de 8000 palabras en el idioma inglés.
Ahora bien, no lo haremos en el idioma inglés, lo haremos en nuestro idioma. Escribe de acuerdo a lo que creas, pienses y sientas 1000 palabras de quien eres, es decir, escribirás Yo Soy….
Revisa si tu mente te da para concluir o escribir 1000 palabras que serían las razones, de quien eres, es decir, estarías activando el Poder del Yo Soy.
Cuando tengas las mil palabras o razones de quien eres, ve por las 3.000, y después por las 5000, no importa el tiempo que te tome, puedes apoyarte en investigar que más puedes ser, y seguir escribiendo, cuando hayas escrito 5.000 razones de quién eres, tendrás claro el Yo Soy.
Si te dicen lo contrario a lo que sabes que eres, eso no tendrá ningún efecto sobre ti, porque es dominante en tu mente lo que eres, entonces estará en ti el poder del Yo Soy, el poder del Alfa y la Omega, el poder de Dios.
John Barbosa: Master Coach de Negocios, Coach Internacional con PNL y Filántropo www.facebook.com/JohnBarbosa.com.co
Por: John Barbosa-Especial para Notistarz
MiCiudadTV