Caracas, 28 Dic.- El Día de los inocentes es una fecha muy esperada en Venezuela por quienes gustan de gastar bromas a sus semejantes, chanzas que van desde la más pueril, hasta la más pesada capaz de ocasionar un infarto o la muerte de alguien.
“Los registros de decesos por esta causa aumentan cada año, sin embargo no existe una legislación que penalice estas crueles ocurrencias y la mayoría de estas muertes quedan impunes”, dijo Marta Aguilar, abogada especializada en criminología.
Aguilar, en diálogo con Notimex destacó que el año pasado unas diez personas murieron infartadas en Caracas, al enterarse mediante llamadas telefónicas anónimas de “la muerte súbita” de algún familiar. Hasta ahora se desconoce quiénes enviaron estos macabros mensajes.
Advirtió que muchas personas no están muy pendientes de este día y que por eso caen por inocentes, especialmente las personas mayores o las que sufren de problemas de la memoria. “De todas maneras este tipo de bromas no se justifica de ningún modo”, dijo.
Recordó que, “anteriormente te invitaban a un cafecito con sal en lugar de azúcar y cuando lo probabas e inmediatamente lo expelías, todos se desternillaban de la risa. Eran bromas sanas y se hacían a las personas vecinas conocidas.
Indicó que con el tiempo esta tradición fue adquiriendo visos más peligrosos y todavía se recuerda el caso ocurrido en La Guaira, el año 2013, cuando un esposo celoso mató a su mujer al enterarse por boca de vecinos, “que ella lo engañaba con otro hombre”.
Igualmente dijo que muchos ciudadanos asisten a funerarias preguntando por el velatorio de alguien que no ha fallecido, tras haber leído en la prensa un aviso en el cual se participa “su muerte y posterior sepelio, a realizarse hoy 28 de diciembre a las 04:00 pm”.
“La misma prensa venezolana también ha publicado grandes titulares en su primera página informando sobre la renuncia de algún connotado ministro, para luego en sus páginas interiores, y en un recuadro pequeñito, aclarar que todos sus lectores cayeron por inocentes”, señaló.
La criminóloga dijo que lo que no creerán los venezolanos, aunque salga publicado en la prensa nacional, es que los estantes de los anaqueles de supermercados amanecieron hoy abarrotados de alimentos, “porque la escasez y la inflación no son inocentadas, sino cosas muy serias”. (Notimex)