Los Ángeles (EE.UU.), 8 ago. (EFE).- Cuando Bobby Soto, actor estadounidense de origen puertorriqueño y mexicano, salía a hacer deporte a uno de los parques de Los Ángeles no imaginaba que acabaría protagonizando la próxima película de David Ayer, director de “Suicide Squad” y “Traning Day”.
El actor y el cineasta se conocieron hace dos años haciendo deporte en Echo Park y tras varios meses surgió la oportunidad de rodar “The Tax Collector”, una cinta de acción que cuenta con un reparto mayoritariamente latino: Cinthya Carmona, George López, Lana Parrilla, Chelsea Rendón y Jose “Conejo” Martin.
“Él hacía deporte conmigo. Nos hicimos amigos, quedábamos y un día, a lo mejor meses después, me preguntó ‘qué haces’ y le dije ‘soy actor’. Él me dijo que hacía películas”, narró Soto en una entrevista con EFE.
El actor entonces se ofreció a ser “su chico de los cafés” en su próximo rodaje, “para estar alrededor y aprender”, pero entonces llegó una llamada que lo llevó a protagonizar esta cinta con Shia LaBeouf.
“Me llamó un lunes y dijo ‘¿Quieres estar en una película?'”, recordó.
La historia parecía escrita para él, pues “The Tax Collector” es una cinta de acción que se sumerge en la cultura callejera del sur de Los Ángeles, área en el que el actor y el director crecieron.
En la película, Soto interpreta a David Cuevas, quien trabaja con su amigo Creeper (LaBeouf) como “recaudadores de impuestos” para un jefe del crimen llamado Wizard, recogiendo su parte de las ganancias de las pandillas locales, aunque el negocio da un vuelco cuando llega un viejo rival del capo y Cuevas debe proteger a su familia.
“Es una historia sobre cosas que también pasan en Los Ángeles y cuenta algo ante lo que nadie sabríamos que haríamos en una situación que te pide tomar acción”, detalló.
En medio de las protestas raciales y mientras Hollywood reclama más diversidad, la película ha recibido críticas que señalan que es un relato estereotipado de la cultura latina y cuestionan el papel de LaBeouf como “blackface/brownface” o apropiación cultural, ya que no es latino.
Soto fue criado en la cultura chicana, término que define a estadounidenses de ascendencia mexicana y especialmente importante en Los Ángeles.
“No diría que es una historia de chicanos, sino una historia que tiene un protagonista chicano”, afirmó.
Y es que para Soto, la trama no trata de representar a una cultura completa y se limite a contar una historia de acción.
“Es una película para entretenerse, no es informativa para apuntar cosas. Se puede ver en casa y desconectar”, definió.
Y quien quiera tener una experiencia compartida, podrá verla en los autocines, pues será uno de los pocos estrenos de este verano que podrán seguirse en esta alternativa que ha recuperado público durante la pandemia.
Precisamente fue en un autocine donde Soto, LaBeouf y Ayer presentaron “The Tax Collector”, cita en la que el director se refirió a la polémica sobre la representación chicana de la mano de actores que no son latinos.
“Crecí en el barrio y soy un niño blanco. La cultura chicana es inclusiva. He visto a blancos, asiáticos, negros, filipinos, todos trabajando para el barrio. Es parte de la cultura de la calle”, justificó entonces a los medios.
Javier Romualdo