El número de víctimas fatales sepultadas por un alud en Guatemala aumenta y pese a los riesgos los cuerpos de rescate continúan la búsqueda.
Parece una pesadilla sacada de una película de desastres pero es la lamentable realidad que les toca vivir a los pobladores de El Cambray II que fueron sepultados por toneladas de tierra y barro el jueves pasado, desde entonces los rescatistas continúan la búsqueda de los desaparecidos y con el correr de las horas se pierden las esperanzas de encontrar personas con vida, el protocolo de búsqueda culminó, pero la voluntad del cuerpo de socorro hace que la búsqueda continué.
En algunos casos se han encontrado extremidades de cuerpos por lo que se está haciendo difícil la identificación y el censo de difuntos.
Hasta el momento son 162 las muertes confirmadas y 300 las personas que continúan desaparecidas.
El lugar es un sitio de alto riesgo porque las lluvias no cesan y se está trabajando con maquinaria pesada para mover la tierra, por precaución trabajan dos cuadrillas de 20 rescatistas que se turnan cada dos horas, con la colaboración de expertos mexicanos.
El riesgo de nuevos deslizamientos persiste en las zonas aledañas y las autoridades de la Conred intentan convencer a la gente que se auto evacue, muchos de los cuales se niegan abandonar sus viviendas.
El trabajo en la zona afectada puede demorar entre tres y cuatro semanas por la inclemencia del tiempo ya que la prioridad es proteger la vida de los rescatistas.