Londres, 3 Ene (Notimex).- Los admiradores de los eventos astronómicos tendrán la oportunidad de apreciar en 2017 dos espectaculares eclipses de sol en el continente americano.
El cielo en Norteamérica tendrá su primer eclipse total de sol en casi 70 años, por lo que ya ha sido nombrado como el “eclipse del siglo”, destacó la británica BBC.
A su vez, Sudamérica tendrá un eclipse anular, lo que dejará ver un asombroso “anillo de fuego” en la región de la Patagonia.
Un recuento de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) indicó que a estos eventos se suman dos eclipses de luna, una superluna y varias lluvias de estrellas a lo largo del año.
El primer eclipse de sol del año tendrá lugar el 26 de febrero y será del tipo anular: la Luna cubrirá parcialmente al sol de manera que en su fase máxima se apreciará una corona de luz.
Los mejores punto para ver este eclipse será el sur de Argentina (Comodoro Rivadavia) y Chile (Puerto Aysen), donde podrá contemplarse en 100 por ciento de este fenómeno.
El segundo eclipse solar tendrá lugar el 21 de agosto y será un eclipse total, que podrá apreciarse en Norteamérica, principalmente a lo largo del territorio de Estados Unidos.
El punto máximo de oscuridad se dará entre los estados de Ohio, Kentucky y Virginia Occidental y durará 2:40 minutos.
Ciudades fronterizas del norte de México podrán alcanzar a percibir el eclipse en 60 por ciento.
Poco antes, el 7 de agosto tendrá lugar un eclipse parcial de luna.
Y el 11 de septiembre en el continente americano se podrá apreciar un eclipse lunar penumbral, que se produce cuando la Luna queda en la sombra que hace la Tierra al interponerse frente al Sol y solo se oscurece ligeramente.
En 2017 solo habrá una superluna, el 3 de diciembre, que no superará en tamaño a las registradas el año anterior.
En cuanto a las lluvias de estrellas, que en realidad son lluvias de meteoros que se queman al ingresar a la atmósfera terrestre, habrá 10 en sus diversos tipos, que reciben sus nombres de las constelaciones.
Este tres de enero, por ejemplo, se podrá ver a las Cuadrántidas. Una lluvia que se da en los primeros cinco días de cada año en la constelación Bootes y recibe su nombre por la antigua constelación Quadrans Muralis.
En la noche del 22 de abril se podrán ver las Líridas, de 10 a 20 meteoros en su hora pico.
El cuatro de mayo es el turno de las Eta Acuáridas, mientras las Delta Acuáridas se podrán observar el 27 de julio, las Perseidas se registraran el 12 de agosto, las cuales estarán entre las tres mayores lluvias del año.
Las Oriónidas se podrán ver el 21 de octubre, se podrán ver tanto en el hemisferio norte como en el sur justo después de la media noche.
Noviembre es el mes con más actividad de lluvia de meteoros y este año empieza el cinco con las Táuridas del Sur, que solo pueden apreciarse desde ese hemisferio.
Las Táuridas del Norte, por su parte, serán visibles en el hemisferio norte el 12 de noviembre.
Ambas se caracterizan por su caída lenta que dibuja una mejor trayectoria y con más brillo.
Y el 17 de noviembre será el turno de las Leónidas, las que alcanzan una de las más rápidas velocidades al entrar a la Tierra (71 km/s) y proceden del cometa Tempel-Tuttle en la constelación de Leo.
La última del año será el 14 de diciembre con la lluvia de las estrellas conocidas como Gemínidas, por la constelación de Géminis y son consideradas como “una de las mejores y más confiables lluvias anuales de meteoros” que pueden verse en todo el planeta.