San Salvador (AFP) – La Fiscalía de El Salvador localizó mediante pruebas de ADN al hijo de una madre salvadoreña que denunció que en mayo, tras el parto, habían cambiado a su bebé en un hospital privado, se informó oficialmente este lunes.
“Lo importante es que hemos encontrado a los dos niños intercambiados y hoy los vamos a devolver a sus respectivas familias”, declaró el fiscal Luis Martínez, en una breve declaración ante la prensa.
La angustiada madre que había denunciado el caso a la Fiscalía a fines de agosto es Mercedes Casanellas, quien este lunes junto a su esposo, el inglés Richard Cushworth, se presentó ante un tribunal en la audiencia inicial para ventilar el caso.
El único detenido que figuraba por el caso era el ginecólogo que atendió el parto el pasado 21 de mayo, Alejandro Guidos, a quien horas antes de conocer el hallazgo del niño de Casanellas un tribunal le decretó libertad restringida mientras se depura la causa por el delito de suplantación y alteración del estado familiar.
“Lo que yo necesito es que me devuelvan a mi hijo (…) Espero que el estado responda”, dijo la madre en su última declaración.
Ante sus dudas y los rumores de que había traicionado a su esposo porque el bebé no tenía parte de sus facciones ni del padre, Casanellas optó por practicarse la prueba de ADN y resultó que no tenía parentesco alguno con el bebé de tez morena que le dieron en el hospital.
Para aclarar el caso, la Fiscalía allanó los archivos del hospital y secuestró todos los expedientes de los niños que nacieron del 19 al 26 de mayo. Además, ordenó el fin de semana practicar pruebas de ADN.
La noche de este lunes en una audiencia especial, los niños fueron devueltos a sus verdaderas familias, alejados de la prensa “para evitar un show mediático”, dijo el fiscal Martínez,que estuvo presente en la entrega.
“Hemos retornado a los bebés a sus legítimos padres”, remarcó en una rueda de prensa, y agregó que la investigación que rodea el caso continúa abierta pero “bajo reserva total”.
El fiscal aseguró que, a pesar del final feliz del caso, el hecho deja “un drama doloroso” a dos familias.